El ayuntamiento de Cabra, en Córdoba, está exterminando a toda su población de gatos silvestres. Esa es la denuncia que han efectuado varios grupos de activistas que han iniciado una campaña para del control de la población felina que está llevando a cabo el consistorio andaluz.
Según denuncian, el ayuntamiento se está encargando de capturar a todos los animales que encuentran en la vía pública para después asesinarlos.
El gobierno municipal, controlado por el PP, confirma la campaña para "controlar la proliferación descontrolada de esatos animales" y alertan de que la presencia descontrolada de estas colonias de gatos callejeros es un "grave problema de insalubridad para los vecinos" que genera "dificultades de convivencia".
Tras afirmar todo ello, el equipo de Gobierno municipal niega las acusaciones de "gaticidio", pero a su vez se ampara en el artículo 27.3 de la Ley de Protección Animal, que encarga a los "ayuntamientos la recogida y transporte de los animales abandonados y perdidos".
Hasta aquí todo correcto. El problema es que la ley que, pardójicamente se llama "de Protección Animal", afirma que hay que sacrificar a los animales si nadie se hace cargo de ellos en un mínimo de 10 días.
La Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Córdoba afirma que los animales serán, seguramente, sacrificados: "la mayoría de estos gatos son asilvestrados, no son animales domésticos, por lo que es muy difícil que las familias quieran adoptarlos. Por eso se les acaba sacrificando", ha confirmado el grupo de activistas al diario Público.
Hay soluciones alternativas
Los colectivos animalistas han querido recordar al gobierno municipal que ya existe el denominado como sistema CES. En concreto, esta práctica tiene como método la captura, esterilización y suelta de los animales. Con ello, se pone fin a la plaga sin tener que asesinar a ningún gato.
En la plataforma Change.org ya han surgido varias peticiones para poner fin a esta práctica. Una de ellas, que ya cuenta con 6.719 apoyos, considera que este tipo de noticias como "tercermundistas" y pide que se acabe de una vez con el asesinato de gatos callejeros.
Mientras tanto, algunos voluntarios ya han iniciado batidas para vigilar que nadie se lleva a los mininos. Ellos se encargan ahora de alimentar a los felinos y de hacer un recuento de los animales que hay por las calles.
"El ayuntamiento ha tomado esta decisión después de que los vecinos hayan denunciado la situación porque la gente deja comida a los gatos y no lo hacen de forma limpia, y eso les incomoda. El destino de estos gatos es el sacrificio, y esto no es una opción", ha afirmado un portavoz de la protectora.
El consistorio afirma que los restos de comida atraen a cucarachas y ratas. Mientras tanto, los voluntarios ya están alimentando a los animales de una forma responsable. ¿Son admisibles las justificaciones del Ayuntamiento de Cabra?