Inés Arrimadas siempre parece estar enfadada. En todas sus declaraciones frente a los medios se muestra agresiva y sus intervenciones ya son noticia por su tono de cabreo y no por su propio contenido. Por este motivo, el enfado rutinario al que la portavoz de Ciudadanos nos tiene acostumbrados ya ha hecho saltar las alarmas y no son pocos los analistas políticos que empiezan a sospechar del origen de esta agresividad, que puede ser fruto de una simple estrategia.
Y si no se trata de una maniobra política, esta actitud podría estar provocada por una frustración, que si la hubiera, sería causa de otro tipo de emoción que debería tratarse profesionalmente. Así lo ha diagnosticado una psicóloga clínica que ha acudido al programa 'A vivir que son dos días' de la Cadena Ser. En él, Javier del Pino la ha entrevistado para analizar los extraños comportamientos que está mostrando Arrimadas en sus múltiples apariciones públicas.
Las causas: frustación...
En directo han recuperado algunas de las ya numerosas y polémicas frases pronunciadas por la de Ciudadanos, haciendo especial hincapié en su controvertida intervención en la celebración de la manifestación del Orgullo LGTBI en Madrid. Tras esto, Del Pino, conductor del programa, ha dado paso a María Victoria Sánchez, la profesional en psicología clínica y directora delGrupo Laberinto, para que alumbrara sobre las causas del permanente enfado de Arrimadas.
"Lo primero que puede indicar es frustación". Como en la mayoría de los casos en los que una persona, política o no, se muestra enfadada con el mundo, detrás de este cabreo lo primero que hay es frustración. A este factor, se le pueden añadir otros muchos como "el estrés o la necesidad de descanso", que bien podrían estar afectando a la rutina de la líder naranja.
Sánchez también ha especificado que este enfado podría "estar enmascarando otro tipo de emoción", pero que antes de asegurarlo habría que valorar si en realidad es "genuina" o se trata de una pura "estrategia", y del habitual "postureo". En el caso de que fuese real e intrínseco este comportamiento tan agresivo, el periodista ha querido sugerir que Arrimadas entonces estaría dentro del grupo de personas "negativas, tóxicas". Esos compañeros a los que conviene evitar en cualquier profesión y trabajo.
... o pura estrategia
En este sentido, la psicóloga ha insistido: "hay que ver qué función tiene su enfado, si facilita la comunicación o la dificulta". Tanto ella como los comentaristas políticos que participaban en la tertulia han comentado la posibilidad de que el enfado de Arrimadas, equiparándolo al de algunos compañeros de partido, sea realmente psicosomático, por su prolongación en el tiempo. O si por el contrario se trata de un mero deseo de provocación, dequerer llamar la atención o incluso despistar al votante.
Los analistas han propuesto que esta situación puede afectar al organismo de las personas y provocar una gastroenteritis, por la acumulación de excesiva negatividad. Para evitarlo, la psicóloga ha explicado que lo más importante es "autorregularnos", y sobre todo "saber qué nos está enfadando". Una interesante reflexión con la que Inés Arrimadas y su equipo podrían aliviar su estrés y cabreo, para empezar a sanar su manera de hacer política.
