El triple asesinato de las niñas de Alcàsser sucedió hace 25 años, pero todavía hoy se recuerda con angustia el primer caso que fue retransmitido en directo por las televisiones. Toñi, Miriam y Desirèe fueron secuestradas, violadas, torturadas y asesinadas el 27 de enero de 1993 por Antonio Anglés y Miguel Ricart.
Sin embargo, sólo uno de ellos fue detenido y encarcelado, aunque sólo cumplió 21 años de la pena impuesta. El otro, permanece en paradero desconocido. Se trata de Antonio Anglés, considerado como el autor material de los hechos. En mitad de las especulaciones sobre su paredero, los periodistas Genar Martí y Jorge Saucedo aseguran que sigue vivo y que no murió ahogado tal y como se ha especulado. Esta afirmación aparece en el libro 'El Fugitiu' (Vincle Editorial), después de realizar una investigación en la que han contado con más de 60 testimonios de personas que aseguran que se han cruzado con él en alguna ocasión.
Los periodistas tuvieron acceso a las pesquisas de la Unidad Central Operativa (UCO) sobre el caso. En aquellos los documentos, aparecían centenares de pistas que nunca se han conocido sobre la fuga de uno de los dos asesinos de las niñas de Alcàsser. Una vez en sus manos, decidieron entrevistar a todas las personas que declararon haber visto a Antonio Anglés y trazaron un mapa de su huida. La conclusión a la que llegaron es que huyó de España pero lo hizo con la ayuda de alguien.
Uno de los testimonios que más destacan Martí y Saucedo es el de un informático que trabajaba en 1993 en uno de los ministerios de gobierno de España y que denunció el robó de su coche el 25 de febrero de aquel año en Madrid. El autor del robo fue un hombre que tenía las manos llenas de arañazos y que le obligó a meterse en el vehículo a punta de pistola. El hombre se puso al volante mientras el otro, que iba con unos guantes con los dedos cortados y ropa oscura, se posicionó en la parte trasera del coche en el asiento central. Tras vueltas por la ciudad, el presunto Antonio Anglès le obligó a bajarse a la altura de la glorieta de Embajadores. La víctima no supo que era él hasta que acudió a la policía y le mostraron las fotografías de los delincuentes más buscados. Él señaló la foto de Anglès.
"Alguien le ayudó a escapar en Dublín"
En el mapa de entrevistas que los periodistas trazaron llegaron al puerto de Lisboa, el lugar en donde Martí y Saucedo creen que el asesino escapó de España. Este habría embarcado como polizón en el City of Plymouth y a partir de aquí ya no existen más pistas, sino que aumentó la leyenda.
"Primero conseguimos los nombres de toda la tripulación y luego viajamos hasta el lugar para dar con ellos, pero no fue fácil porque la gente ha cambiado de domicilio y la memoria tiende a fallar", relatan los periodistas a El Español.
Sin embargo, encontraron al capitán del barco quien contó por primera vez lo que sucedió en aquella embarcación hace 25 años. Se trata de Kenneth Farquharson Steven un viejo marinero que asegura que Antonio Anglès escapó con ayuda de uno de sus marineros: "Lo hace en un primer momento de la travesía, cuando alguien le abre la puerta y le alcanza un bote salvavidas e intenta huir en alta mar. Luego lo recogen y lo devuelven a bordo del barco. En Dublín, la policía intenta capturarle. Cuando van a por él al camarote, ya no estaba allí. Es evidente que alguien le dejó salir. Alguien le permitió escapar". Al ser preguntado por el nombre del marienro, el capitán se niega a darlo por "lealtad".
Ambos periodistas cree que Anglès está vivo y que ahora lo tiene más fácil porque su apariencia ya no es la del cartel en el que se mostraban a dos hombres, uno rubio y otro moreno. La mejor pista, aseguran, es que el capitán quiera dar el nombre del marinero que le ayudó a escapar.