"Esta no será la última vez que un virus amenaza nuestras vidas y nuestros medios de subsistencia. La verdad es que el próximo podría ser peor. Podría ser más contagioso o letal, o ambos". Así de contundente se ha mostrado la profesora Sarah Gilbert, una de las creadoras de la vacuna de AstraZeneca, durante la 44ª Conferencia de Richard Dimbleby.
Gilbert también ha señalado que es necesario aumentar los fondos destinados a la lucha contra las pandemias con el objetivo de evitar que se pierdan los avances logrados hasta la fecha. Además, ha advertido de que las vacunas podrían perder efectividad contra la variante ómicron.
"No podemos permitirnos llegar a una situación en la que, tras pasar por todo lo que hemos pasado, nos encontremos con que las enormes pérdidas económicas sufridas no hayan hecho que existan fondos destinados a prepararnos para una pandemia", ha reclamado durante su intervención.
Por ello, ha pedido aprovechar el conocimiento adquirido durante la actual crisis sanitaria para prevenir escenarios similares en el futuro y, sobre todo, aprender a atajar futuras pandemias con el menor daño posible, tanto a la salud como a la economía.
Sobre la variante ómicron
Sarah Gilbert también se ha referido a la incidencia de la variante ómicron, indicando que se sabe que las mutaciones que mantiene en la proteína de espiga aceleran la transmisibilidad del virus, un aumento exponencial de contagios que puede poner en jaque al sistema sanitario.
"Hay cambios adicionales que pueden hacer que los anticuerpos generados por las vacunas o por la infección con otras variantes sean menos efectivos para prevenir la infección por la variante ómicron", ha señalado.
Por todo ello, ha pedido paciencia para conocer con más detalle cómo actúa esta variante a la hora de contagiar e interactuar con nuestro organismo, a la espera de tomar medidas más determinantes en la lucha frente a este nuevo desafío.
Gilbert ha señalado que la reducción de la protección ante la infección por Covid-19 y la versión leve de la enfermedad no significa necesariamente que se reduzca la protección ante su forma más grave y la muerte. Además, ha pedido que el rápido progreso observado en la administración de vacunas y medicamentos durante la pandemia se convierta en la norma.
Sarah Gilbert comenzó a desarrollar una vacuna contra el coronavirus a principios de 2020, después de que el SARS-CoV-2 surgiera por primera vez en China. La inmunización diseñada por AstraZeneca es ahora una de las más utilizadas en todo el mundo, con dosis enviadas a más de 170 países.
