El 14% de los casos de cáncer de pulmón se relacionan directamente con la exposición al gas radón en el interior de los edificios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este gas es radiactivo, inoloro e invisible y se libera de manera natural del agua y de la tierra.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) han hablado sobre el acceso de este tipo de gases a los edificios mediante pequeñas grietas, lo que provoca la acumulación del gas. La exposición prolongada a altas cantidades de gas radón puede provocar el cáncer con mayor mortalidad en la actualidad (18,2%) como nos explica la Sociedad Española de Oncología Médica en sus cifras de cáncer del 2024.
Las zonas con mayores concentraciones de radón se miden en 300 becquerelios por metro cúbico (Bq/m³). Esto implica que el 90% de las viviendas cuenta con cantidades inferiores, pero el 10% las supera. Con esta herramienta de medida se localizan los lugares con mayor concentración del gas y Ourense se encuentra entre las zonas más destacadas.
La altura de los edificios y la exposición al gas radón
En la provincia gallega, una de cada cuatro viviendas supera la concentración media de este gas tóxico. Dentro de un edificio, los pisos inferiores son los más afectados, ya que se encuentran a una menor distancia del terreno, y los gases liberados tienen un acceso más rápido a estos pisos..
Galicia es la comunidad autónoma que cuenta con mayores cantidades de gas radón en sus municipios y por ello, el mapa de radón en Galicia suma actualmente más de 4.300 mediciones, repartidas por diferentes municipios de Ourense, A Coruña, Vigo y Pontevedra, siendo las regiones más afectadas las de Terra de Trives y Allariz-Maceda.
Con el cambio de normativas en el mundo de la construcción y nuevas leyes europeas, desde el 2020, en el Código Técnico de Edificación se obliga a realizar la medición de los niveles de radón en las distintas ubicaciones de manera previa a la construcción y se debe actuar para que este desaparezca o no pueda concentrarse más antes de conceder la licencia de vivienda a las personas propietarias del recinto.
