La periferia del norte de París vive una auténtica batalla campal después de que la gente se lanzara a la calle para protestar contra la violencia policial de la que son víctimas día tras día. El último caso que se ha registrado, y que ha indignado a la población, ha sido la violación de un joven negro por un agente con una porra extensible.
Al parecer, los sucesos tuvieron lugar durante una operación de tráfico de estupefacientes en el barrio de Aulnay-sous-Bois. Según cuenta Theo, el joven agredido, "los policías llegaron y gritaron: Todos contra la pared". Según el joven este se había detenido al encontrarse con unos conocidos en el barrio. Después de que los agentes irrumpieran de forma violenta, Theo relata como los policías comenzaron a golpearle, mientras uno de ellos introducía una porra extensible por su ano, lo que le provocó desgarros por los que ha tenido que ser operado.
Ante la gravedad de los hechos, el Ministerio del Interior ha anunciado la suspensión de estos cuatro funcionarios, así como la imputación de uno de ellos por violación y de otros tres por "violencia voluntaria", según informa la cadena BFMTV.
La Fiscalía, por su parte, ha declarado que los agentes querían controlar la identidad de una decena de personas sospechosas de vigilar puntos de venta de estupefacientes. Según estos, durante el dispositivo, intentaron detener al joven usando gas lacrimógeno y una porra extensible, porque este se resistió.
'Limpiaré esas zonas con manguera'
Al conocerse el hecho, cientos de franceses han salido a la calle, lo que recuerda a la oleada de violencia que se desató en otoño de 2005, cuando el entonces ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, llamó gentuza a los jóvenes que habitan los barrios de la periferia, prometiendo limpiar esas zonas con manguera.