Todo empezó la pasada Nochebuena: una niña de 13 años había sido víctima de una violación grupal en Palma de Mallorca. La joven residía en un centro tutelado del que se escapó. Contactó con una amiga de otro centro, también menor, para ir a casa de unos conocidos de Es Camp Redó, donde tuvieron lugar los hechos.
El pasado 10 de enero la Policía Nacional detuvo a la amiga de la niña,de 16 años, por haberla instado a subir al piso y haberla coaccionado para que mantuviera las relaciones con, supuestamente, seis menores. Tras ello, la niña volvió al centro y contó lo que había ocurrido. Fue atendida en un centro hospitalario en el que confirmaron las lesiones que le habrían causado las violaciones. La Policía abrió una investigación y se procedió a detener a los menores implicados.
Sin embargo, esta violación sirvió par destapar una red de prostitución de menores extendida a lo largo de toda la isla. Se ha descubierto uno de los mayores escándalos de proxenetismo y explotación sexual en los centros de acogida públicos de Baleares.
El escándalo provocó que se confirmara lo que numerosos trabajadores sociales de Palma llevaban denunciando durante años, según Diario de Mallorca. Algunas adolescentes acogidas en centros del Instituto Mallorquín de Servicios Sociales (IMAS) son captadas por redes de prostitución de menores. La víctima de la violación grupal de Nochebuena confesó que, además, otro grupo de hombres había intentado explotarla sexualmente horas antes.
Una realidad sin atajar
La noticia y la investigación que abrió la Policía Nacional obligó a que el IMAS reconociera que al menos 16 menores bajo su tutela habían sido prostituidas por redes criminales. Fuentes internas de los centros denunciaron la falta de protocolos fiables para poner fin al problema, la carencia de vigilancia y seguimiento a los menores y la dejadez de la administración.
El IMAS es responsable de 359 menores de edad que hay en el archipiélago, de los que 278 son adolescentes. Aunque residen en sus centros, tienen autonomía, ya que acuden a la escuela sin supervisión y tienen horas libres en las calles de Palma.
Los trabajadores llevan años advirtiendo acerca de los problemas que puede causar esta ausencia de control fuera de los centros, ya que muchas menores vuelven con grandes cantidades de dinero o diversos regalos. "Muchas de las niñas acogidas en los centros de protección han tenido una iniciación sexual prematura y problemática (...) Y en el centro se encuentran con otras menores que las introducen en este ambiente, que se podría definir como preprostitución. Son menores muy vulnerables, que inician relaciones con chicos que les proponen los primeros escarceos con la prostitución y la droga", mantiene el Diario de Mallorca.
El escándalo motivó la participación de oficio de la Fiscalía. Según las autoridades, los casos investigados no tienen conexión entre sí y a menudo surgen de la iniciativa de hombres o grupos de hombres aislados. Sin embargo, el IMAS mantiene que tienen las manos atadas. Los adolescentes tienen un régimen abierto y no se pueden gestionar o limitar las actividades de los menores fuera de los centros. No obstante, aparentemente se han multiplicado los casos a lo largo de los últimos años, llegando a estar afectadas casi todas las menores presentes en algunos de los centros.