Poco a poco los monumentos construidos durante la dictadura van teniendo un final. En el caso de Madrid el último ha sido el Arco de la Victoria, que cuenta con una simbología franquista. Ahora, la concejala del Grupo Mixto del Ayuntamiento de Madrid, Marta Higueras, ha anunciado que propondrá el próximo miércoles que se abra un expediente para la expropiación y demolición del monumento.
Construido entre el 1953 y el 1956, el Arco de la Victoria está dedicado "al Generalísimo Franco y al Ejército victorioso de la Guerra Civil española, que tuvo en este lugar una de sus últimas líneas de frente", según han indicado desde el grupo Mixto. El monumento se encuentra en uno de los puntos estratégicos más importantes madrileños durante la Guerra Civil como es el caso de la Ciudad Universitaria.
El Arco de la Victoria se proyectó y promovió en 1942 por la Comisión Permanente de la Junta Rectora de la Ciudad Universitaria, y actualmente su titularidad recae sobre el Consorcio Urbanístico de la Ciudad Universitaria. Esta entidad recientemente cedió el subsuelo del monumento para la construcción del intercambiador de transportes de Moncloa al Consorcio Regional de Transportes de Madrid.
En la propuesta, desde el Grupo Mixto han apuntado que se trata de un punto de encuentro de radicales de extrema derecha, por lo que es un punto peligroso para la convivencia en la ciudad de Madrid: "El monumento se encuentra degradado y deteriorado y su estado actual de conservación es lamentable, sin otro uso que servir de lugar de concentración de radicales fascistas de manera esporádica", apuntaban.
Con esta acción, se intentará restablecer la situación democrática y eliminar cualquier tipo de recuerdo de ideología fascista con la intención de dejar atrás el pasado por completo. Por ello, desde el Grupo Mixto ha propuesto varias acciones para reemplazar el monumento e instalar otro que cuente con una finalidad más acorde a la actualidad y que cuente con una referencia histórica.
Homenaje a las madres
Desde el grupo Mixto y según ha indicado su portavoz, Marta Higueras, el monumento es "un anacronismo que lesiona la dignidad de las personas". Por ello, y visto su mal estado de conservación tanto interior como exterior, ha propuesto al organismo competente que se declare en ruina mediante un expediente y así proceder a la expropiación y demolición.
Ante esta situación, una de las alternativas propuestas es la creación de un estudio realizado por un conjunto de expertos en memoria democrática con la finalidad de convocar un concurso internacional de construcción en el espacio actual de un nuevo monumento. Este estaría dedicado "a las mujeres e hijas de la transición", dándole el lugar que se merecen a esas mujeres que vivieron la dictadura franquista y también a los bebés que fueron robados entre 1936 y 1990.
