Todos conocemos la mítica tradición de eructar después de la comida para indicar la satisfacción de esta, pero el Corán guarda muchas más normas desconocidas que son igual de curiosas, sobre todo a la hora de realizar actividades fisiológicas:
1 Rezar antes de ir al baño
Antes de entrar en el aseo, el buen musulmán debe calzarse, taparse la cabeza y pronunciar la siguiente oración: "Oh, Alá. Busco tu protección frente a los diablos y las diablesas".
Este rezo tendría su origen en una creencia de Mahoma, que pensaba que el baño estaba habitado por espíritus malignos. No obstante, y aunque parezca algo absurdo, esta costumbre es algo común en todas las religiones, y si bien los cristianos conservan una tradición parecida a la hora de comer, llevaron esta prácticas a límites extremos, creando incluso una oración a la hora de mantener relaciones sexuales: "No es por vicio ni por fornicio, sino para poner un hijo a tu servicio".
2 Prohibido deponer mirando a La Meca
Este punto es más que previsible, ya que para los musulmanes La Meca es un lugar sagrado. Este sitio es tan importante para la religión, que el Corán dictamina que todo buen creyente debe peregrinar una vez en su vida al lugar, además de tener que rezar siempre mirando hacia dicho punto.
3 Prohibido orinar de pie
La costumbre de muchas personas en Occidente de orinar de pie delante de otras personas (utilizando los mingitorios) es algo que va contra los buenos modales, la modestia, y la decencia, y es repulsivo para cualquiera que tenga sentido común y sabiduría
Así justifica el clérigo Sheij Muhammand Salih la costumbre de orinar sentado. No obstante, no se entiende con claridad el por qué se rechaza una oportunidad que ofrece la anatomía masculina... Es cierto que hay que concentrarse en apuntar, pero una vez controlada la técnica el resto es coser y cantar, o mejor dicho: coser y orinar.
4 Prohibido utilizar la mano derecha para cosas 'impuras'
Los musulmanes reservan la mano derecha para comer, así que la izquierda tiene que hacer el trabajo sucio, y nunca mejor dicho, ya que es la que se utiliza para limpiarse después de las necesidades.
Lógicamente, tampoco se pueden masturbar o sujetar el pene con la mano derecha, aunque estas dos cosas estarían prohibidas per se, ya que no se puede orinar de pie y la masturbación está penada en su dogma. En palabras del clérigo antes citado, si te masturbas en esta vida "tu mano quedará embarazada en la próxima".
5 El número de veces que te limpies debe ser impar y siempre mayor que uno
Increíble pero cierto, hay constancia de que Mahoma se limpiaba tres veces después de sus deposiciones, así que siguiendo su costumbre, Ibn' Umar realizó también este ritual, descubriendo que era "sanador y purificante".
6 Prohibido salpicarse de pis
A modo de parábola, el profeta relató el terrible castigo que podía recaer sobre un musulmán si se salpicaba con su orín:
Caminaba el Mensajero de Alá cerca de un cementerio cuando escuchó a dos personas que estaban siendo torturadas en sus tumbas: 'Estas dos personas están sufriendo tortura por un pecado enorme: que su propio pis les salpicara'
Ahora entendemos el miedo a orinar de pie... Todo tiene sentido.
7 Prohibido hablar en el baño
A Alá no le gusta que la gente hable si no está vestida apropiadamente. Así que, mucho cuidado con quedarse sin papel...
8 Indicaciones sobre como limpiarse después de orinar
Los hombres deben sujetar la base de su miembro con los dedos índice y pulgar, a la vez que lo sacuden tres veces para que salga hasta la última gota. ¿Qué pasa si no es suficiente? Es un gran misterio sin resolver...
Las mujeres, en cambio, deben limpiarse con la palma de la mano izquierda, teniendo mucho cuidado de no abrir demasiado las piernas.
9 Se debe entrar en el baño con el pie izquierdo y salir con el derecho
Puesto que vas a hacer algo impuro debes entrar con el lado siniestro. Una vez que ya te has purificado, puedes salir con el pie bueno.
10 Prohibido entrar en el aseo con el Corán u otro libro sagrado
Será mejor que te busques otro ratito de lectura para ojear los libros sagrados, ya que no puedes profanar de una forma tan vil dichos textos.