En la madrugada del pasado fin de semana se producía en una discoteca gay de Orlando el mayor atentado estadounidense desde el 11-S. Omar Mateen, un guardia de seguridad con ascendencia afgana, irrumpía armado en una fiesta del club Pulse y asesinaba a tiros a más de 50 personas, dejando heridas a otras 53. Horas más tarde, el autodenominado Estado Islámico reclamaba la autoría de la matanza.
39 de los fallecidos murieron dentro de la discoteca, mientras que los otros 11 fueron trasladados antes junto al resto de heridos al hospital. En medio del caos y de la histeria social, en el que se declaró el estado de emergencia en Orlando y se blindaron las calles, los servicios sanitarios se vieron colapsados y con escasez de recursos para hacer frente a la oleada de pacientes. El banco OneBlood solicitó urgentemente a través de varios mensajes de Twitter que los ciudadanos donaran sangre, pero precisamente fueron los gays quienes no pudieron ayudar a sus compañeros heridos en el tiroteo.
La gente comenzó a formar colas frente a las unidades de donación con la intención de ayudar, ante el rumor de que todo tipo de donante sería aceptado por la urgencia de la situación. Sin embargo, tal y como el mismo banco OneBlood tuvo que aclarar, "todos los requisitos de la FDA para donar sangre se mantienen". Esto significa que cualquier hombre que hubiera mantenido relaciones con otro hombre durante los últimos 12 meses se encontró con el rechazo de su donación, incluso habiendo más de 50 heridos necesitando una transfusión.
All FDA guidelines remain in effect for blood donation. There are false reports circulating that FDA rules were being lifted. Not true.
? OneBlood (@my1blood) 12 de junio de 2016
Este incidente reabre el debate sobre la normativa de las donaciones, todavía restringidas a los homosexuales en muchos países. La estadounidense FDA (Food and Drug Administration) modificó en diciembre de 2015 la regulación para donar sangre y terminó en casi todos los casos con la norma que prohibía a todos los gays ser donantes. Sí se mantuvieron las restricciones para los hombres que hubiesen tenido relaciones homosexuales durante el último año, un 'avance' en políticas LGTB similar al que realizó Francia.
Blood center is overloaded with people wanting to give blood in the aftermath of the #Pulse mass shooting pic.twitter.com/rFAsbPdGGu
? Christal Hayes (@Journo_Christal) 12 de junio de 2016
It's legal to buy an AR-15 assault rifle. It's illegal for a gay man to donate blood to victims of the massacre. The world makes no sense.
? John Barcus (@johnrtworld) 12 de junio de 2016
Los usuarios de las redes sociales, que habían mostrado previamente su solidaridad y su disposición a donar, manifestaron su enfado ante lo contradictorio de la situación. "Es legal comprar un rifle de asalto AR-15. Es ilegal que un hombre homosexual done sangre a las víctimas de la masacre. El mundo no tiene sentido", escribía el abogado y activista LGTBQ John Barcus en su cuenta personal.
Una normativa discriminatoria y sin fundamento que no existe en España
Las restricciones a donantes homosexuales se remontan a 1983, motivadas por el pánico social creado en torno al VIH, si bien en 2013 la Asociación Médica Estadounidense solicitó que se aboliesen, ya que las precauciones en torno al SIDA no deben limitarse a las personas homosexuales o bisexuales. Además, hoy en día existen métodos de prevención y análisis suficientemente efectivos como para garantizar que una muestra de sangre no contenga ninguna enfermedad, ya sea el VIH, la hepatitis B o C o el sífilis.
Este es precisamente el motivo por el cual en España no existen mayores limitaciones a donantes homosexuales que a personas con otro tipo de orientación sexual. Sin embargo, el caso de Orlando no es una realidad aislada y hubiese ocurrido lo mismo si la tragedia hubiese tenido lugar en Suecia, Reino Unido o Australia, por citar algunos lugares, mientras que en Alemania, Dinamarca, Bélgica o Noruega los homosexuales nunca serían requeridos para donar sangre, ya que la prohibición en estos países es plena y sin ningún tipo de condición.