Cuando nos preocupa la salud o esos kilos de más es inevitable ir con cuidado con la comida. Hay personas que viven eternamente a dieta y otras simplemente intentan controlar más lo que comen para evitar ciertos ingredientes poco saludables para nuestro organismo. En este aspecto el azúcar es uno de esos componentes de los alimentos que más preocupa a la población.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que el azúcar añadido de nuestra dieta no supere el 10% de las calorías que ingerimos. Es decir, que actualmente en una dieta de unas 2.000 calorías no se podrían superar los 50 gramos de azúcares, pero un refresco ya tiene 40, así que quizá muchos nos lo estemos saltando.
Los alimentos zero o 0% azúcares abundan por todas partes para poder lograr una alimentación más saludable. Sin embargo, estos productos "sin azúcares añadidos" lo que utilizan son edulcorantes para intentar mejorar el sabor, ya que algunos de ellos endulzan hasta 600 veces más que el azúcar.
Dextrosa, maltodextrina, galactosa, sucralosa, acesulfamo, ciclamato, sacarina, aspartamo o acesulfamo son algunos nombres de estos edulcorantes presentes en todos los productos y que son difíciles de detectar. Pero aunque no estemos ingiriendo azúcar, nuestro cuerpo en parte no nota la diferencia, sólo ve que se está introduciendo dulce.
Cuando se toma azúcar, el cuerpo reacciona segregando insulina para llevar estos azúcares a la sangre y aprovecharlos para hacer funcionar nuestros órganos. Sin embargo, con los edulcorantes sucede lo mismo, pero el cuerpo no recoge nada, con lo cual aumenta el apetito por la bajada de glucosa y acelera el páncreas sin ningún fin, órgano responsable de generar insulina.
Otro de los problemas que generan los edulcorantes es que hace al cuerpo acumular más grasa, por lo que el edulcorante, aunque engorda menos que el azúcar, te hace aumentar tu grasa corporal. Además de que la excesiva segregación de insulina puede terminar derivando en diabetes u otros trastornos hepáticos y digestivos.
Cuidado con los productos 0%
El vacío legal que existe con respecto a los productos zero, 0% o light hace que las empresas anuncien un producto saludable que en realidad no lo es tanto. Estos deberían ser alimentos con menos de 0,5 gramos de azúcares por cada 100 gramos, sin embargo algunos no lo son.
Como no existe una legislación clara que regule este etiquetado, muchos productos como yogures, zumos envasados, cafés, tomates fritos o confituras se refieren a sus alimentos como 0%. Y aunque son bajos en grasas, característica que en muchas ocasiones llama más la atención, son muy altos en azúcares añadidos.
Las soluciones
Los productos 0% no son el demonio. No hay que dejar de consumirlos, pero sí hay que tomarlos con cabeza. Si es malo abusar del azúcar, también lo es del edulcorante. La mejor solución para este tipo de productos es aprender a leer las etiquetas y saber qué es conveniente comprar más o tomar con menos regularidad.
Pero lo ideal es que nuestro paladar se acostumbre a tomar alimentos más naturales, sin necesidad de añadir azúcar. Poco a poco, deberíamos ir reduciendo el consumo de azúcar para entrenar nuestras papilas gustativas. O si no, usar otras opciones dulces más naturales: la stevia en hoja, no en polvo; la miel de acacia, y no una miel industrial que esté rebajada con azúcar; o la melaza, que tiene un índice glucémico más bajo.