La invasión de Rusia a Ucrania sigue su curso y sus consecuencias se están notando en todo el mundo en el precio de muchos de los productos que más consumimos, destacando sobre todo la industria de la alimentación y la ganadería, las dos más perjudicadas por la guerra según un estudio que ha elaborado el Observatorio Sectorial DBK.
"Las sanciones impuestas a Rusia por diferentes países están reforzando las tensiones en los precios de determinados productos y materias primas, tras unos meses de subidas significativas", explica Juan Ortín, director del Observatorio.
Así, si durante los meses anteriores a la guerra los precios de los productos ya se vieron incrementados por la subida del IPC y el encarecimiento de las energías, estos todavía subirán aún más debido al conflicto que se produce al este de Europa.
En este sentido cabe recordar que el 42,2% del cereal importado por España proviene de Ucrania, tal y como refleja un informe elaborado por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) en 2020, lo que significa que la guerra afectará en gran medida a los productos derivados de estos: galletas, pan bollería...
Asimismo, tanto Rusia como Ucrania también cuentan con una gran producción de trigo, maíz y cebada, por lo que también se verán afectados todos los productos de panadería, pastelería, pastas alimenticias, producción de malta y cerveza y la producción de bebidas espirituosas.
El trigo y el maíz también son indispensables para alimentar a muchos animales que acabamos comprando en la carnicería por lo que si su precio sube, también repercutirá en los precios de otros productos como el pienso, los huevos y la carne.
Sube el resto de energías
Fuera ya de los supermercados, la guerra entre Rusia y Ucrania, también está provocando que suba el precio de las principales energías (electricidad, petróleo, gas...), lo que hará que también se encarezca el transporte de mercancías y de nuevo esto haga que el precio de la cesta de la compra suba considerablemente.
Igualmente, el aumento de los carburantes provocará un aumento de los costes en las industrias con procesos de producción intensivos en energía como siderurgia, química, gases industriales, azulejos y baldosas, productos minerales no metálicos y papel.