Este jueves 3 de octubre tendrá lugar en el Juzgado de lo Penal número 10 se Sevilla el juicio contra tres mujeres acusadas de procesionar una vagina de plástico como si de una Virgen se tratará. El acto, que fue denominado como la Procesión del Coño Insumiso, tuvo lugar el 1 de mayo de 2014 a modo de manifestación. El juicio comenzará a las 12:00 horas, aunque está previsto que las procesadas participen antes en una concentración a las puertas de los juzgados.
La acusación particular, representada por Abogados Cristianos, defiende que las tres mujeres cometieron un presunto delito de odio y otro contra los sentimientos religiosos, en los que concurren los agravantes de alevosía y odio ideológico. Es por esto que piden para cada una de las acusadas un año de cárcel y una multa de 3.600 euros.
"La Virgen María también abortaría"
Según la acusación, las manifestantes hacían "cánticos simulando cantar saetas y plegarias, además los gritos iban acompañados de instrumentos musicales". Sin embargo, parece que una de las frases que más enfado a los feligreses fue la que gritó una de las investigadas a la altura del Arco de la Macarena: "La Virgen María también abortaría", dijo la joven mientras tocaba un tambor. Otras de las manifestantes "manipularon la letra del Credo o del Ave María y gritaban frases como 'hay que quemar la Conferencia Episcopal'", afirma la acusación particular.
Es por esto que, en la misma concentración en defensa de las acusadas, está previsto que la presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, atienda a los medios de comunicación, en lo que la entidad ha considerado como una performance a modo de "procesión anticristiana".
Defensa de la procesión como una forma de libertadad de expresión
En un primer momento, el Juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla archivó la causa contra estas tres mujeres en junio de 2016, afirmando que "no creer en los dogmas de una religión y manifestarlo públicamente entra dentro de la libertad de expresión". Sin embargo la asociación de Abogados Cristianos, que ejerce la acusación particular, ordenó abrir la causa contra las tres mujeres, ya que para esta la procesión "constituye un escarnio al dogma de la santidad y virginidad de la Virgen María".
Desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía se pide la absolución de las acusadas debido a que "la defensa de los derechos y la libertad de expresión son consustanciales en un Estado de Derecho y no pueden ser cercenados". De esta manera la asociación considera que este tipo de acusaciones suponen una "utilización parcial y sectaria de los delitos de odio y sus derivados". Para este grupo estos hechos van en contra de la libertad de expresión, por lo que de esta manera no es posible conseguir "una democracia sana y madura".
