Hay muchas personas que tienen dificultades para distinguir rápidamente entre izquierda y derecha y no, no nos referimos a política, sino a cuando les preguntan por la calle y mezclan los gestos de las manos con palabras que no corresponden.
Las coordenadas espaciales pueden resultar algo complicadas para algunas personas, aunque el motivo no está del todo claro. Ha sido estudiado por la ciencia, pero excepto algunos casos muy concretos en que alguna enfermedad afecta a una parte del cerebro o similar, no hay elementos comunes que indiquen que esta desorientación reponda a algo.
Fase intraersonal y fase extrapersonal
El profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joan Deus Yela, explica que la orientación izquierda-derecha tiene dos fases: la intrapersonal, que es la de nuestro propio cuerpo y la extrapersonal que se encarga de diferenciar los dos lados en otras personas, como cuando las vemos en un espejo.
La primera fase se desarrolla alrededor de los 5 años y se asocia al aprendizaje de la lectura y la escritura. La segunda se desarrolla mucho más tarde, aproximadamente a los 9 años y es donde la gente se pude quedar estancada y que persista hasta la edad adulta.
Según datos proporcionados por el profesor, a un 15% de la población le cuesta distinguir los términos espaciales:
Igual que existe una inteligencia numérica o lingüística, existe una espacial y no todos tenemos la misma. El GPS del cerebro, la capacidad de orientarse, está en el lóbulo parietal, y no es igual de potente para todas las personas
Cuando hablamos de esta difícultad no se habla de un déficit sino de una deshabilidad. La gente que lo padece es consciente de ello y normalmente el problema se centra en la automatización: saben distinguir izquierda de derecha, pero tienen que pensarlo.
Normalmente, esta dificultad no resulta un problema en la vida diaria, aunque los que lo sufre pueden encontrar dificultades a la hora de sacarse el canet de conducir o circular por la carretera.
El caso de los médicos
Cuando sí resulta un problema demostrado es en el caso de los médicos, cuando llegan a quirófano dispuestos a operar y no son capaces de decidir si la pierna que tienen que amputar es una u otra. Este tipo de errores ocurren una de cada 113.000 intervenciones.
Algunos de los errores más infames en medicina han sido casos de cirugía en el lado erróneo, como la extirpación del riñón que no es, o la operación del lado del cerebro equivocado
En cuanto a una cura, los médicos no tienen claro que pueda entrenarse la capacidad de distinción entre izquierda y derecha, pero lo que sí está demostrado que funciona es utilizar trucos como por ejemplo ponerse siempre el reloj en una mano y saber que esa es la izquierda, cuando se quiera distinguir la izquierda bastará con saber que es la mano del reloj.