Hong Kong es una de las regiones con mayor densidad de población y precios inmobiliarios más altos del mundo. Es por ello que el problema de la vivienda se ha convertido en todo un problema de salud pública.
Las llamadas "mini casas" o "casas ataúd", representan la última opción de vivienda para unas 220.000 personas que no pueden permitirse un hogar convencional. Este tipo de casas se encuentran en edificios antiguos que han sido subdivididos con un solo objetivo: maximizar el número de unidades habitables en un espacio reducido. ¿los problemas de esto? Son varios.
La falta de espacio es el primero y también el más evidente: estas viviendas son tan pequeñas que muchos residentes apenas pueden estirarse completamente, y los muebles multifuncionales como camas plegables o mesas abatibles se vuelven una necesidad. Este entorno hace que actividades cotidianas, como cocinar o guardar objetos personales, sean tareas complicadas.
Muchas de estas viviendas carecen de sistemas de ventilación adecuados, lo que facilita la propagación de enfermedades y empeora la calidad del aire. A menudo, la electricidad y el agua corren por sistemas anticuados que no cumplen con las normativas de seguridad, aumentando el riesgo de cortocircuitos e incendios.
¿Cómo mejorar esta situación?
La nueva propuesta del líder de Hong Kong, John Lee, es clara: establecer normas mínimas de espacio y condiciones. Para ser más exactos, el mínimo de la casa debe de ser un área de al menos 8 metros cuadrados y el baño y la cocina deben estar separados. De esta manera, se aseguraría que se ofrezcan condiciones de habitabilidad adecuadas para los residentes.
Pero el de la vivienda es un problema de fondo en el país, y parece que las soluciones no pasan por esta idea. Al menos así lo creen los vecinos, que consideran que esto puede acarrear más problemas debido a la subida de precios de los alquileres y la falta de recursos para poder afrontar posibles cambios que, en caso de tener que realizar, serían prácticamente inasumibles.
Desde el gobierno afirmaron que la aplicación de las nuevas medidas sería progresiva y que se ofrecería ayuda económica cuando fuera preciso, aunque hasta ahora no se han proporcionado detalles específicos ni cifras concretas.