Las personas en situación de sinhogarismo se enfrentan a condiciones que ponen en riesgo la propia vida humana. Un nuevo estudio recoge que, en Estados Unidos, se dispara la mortalidad repentina hasta 16 veces respecto a sus pares.
Las condiciones a las que se enfrentan las personas sin hogar, con una vulneración permanente de derechos, llevan a que "mueran jóvenes, con una edad promedio de 50 años", expresa el coautor del estudio, el Dr. Zian Tsen, cardiólogo y profesor de medicina en la Universidad de California, San Francisco (UCSF).
"Nuestro estudio arroja luz sobre la contribución de la muerte súbita en la población indigente. Encontramos que tanto las causas cardíacas como las no cardíacas, como sobredosis e infecciones no reconocidas, son mucho más altas entre las personas sin hogar que mueren repentinamente", señala Tseng en un comunicado de prensa.
El equipo participante en este estudio ha encontrado que aquellas personas que participaron en el estudio en situación de sinhogarismo sufrían una tasa 16 veces superior de muerte súbita derivada de ataques cardíacos y otras causas vinculadas. Incluso excluyendo otras no cardíacas, se multiplicaba por siete respecto a la población general.
Algunos de los fallecimientos registrados se podrían haber prevenido con el acceso a desfibriladores y otras medidas de políticas públicas, según expresaron los autores del estudio, según los datos de 870 casos. Los autores encontraron una mayor prevalencia de patologías psiquiátricas y abusos de sustancias en las personas que se encontraban en situación de sinhogarismo.
Diferentes causas de mortalidad
Mientras que las personas sin hogar fallecieron por causas no cardíacas, aquellas con vivienda fallecieron por causas relacionadas con el corazón. Las causas no cardíacas incluyeron trastornos gastrointestinales, infecciones o sobredosis.
"Aunque la alta tasa de consumo de sustancias en la población indigente ha sido reconocida desde hace mucho tiempo, nuestro estudio demuestra su asociación con una alta mortalidad súbita temprana y su verdadero impacto entre las personas en situación de sinhogarismo", expresa la coautora del estudio, la Dra. Leila Haghighat, becaria de cardiología de la UCSF.
Ante este escenario, se pide "aumentar la disponibilidad de desfibriladores externos automáticos y redoblar esfuerzos para tratar el consumo de sustancias y esfuerzos de inmunización dirigidos", señala la especialista, como medidas de intervención para reducir las tasas.
