Ya se conoce el horizonte de Juan Francisco, el hombre de 20 años que ha confesado el asesinato del pequeño Mateo, de 11 años, en Mocejón (Toledo). El juez instructor del caso ha decretado para él prisión provisional incomunicada y sin fianza, y se le imputa provisionalmente un delito de asesinato. Será internado en el centro penitenciario de Ocaña, en la misma provincia.
De este modo, ha sido puesto a disposición judicial este jueves, 22 de agosto, por su relación con el asesinato de un menor de 11 años en Mocejón (Toledo). El acusado ha comparecido en el Juzgado de Instrucción número 3, encargado de las Diligencias Previas abiertas, como ha informado en un comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
Antes de tomarle declaración, el juez instructor ha solicitado un informe médico forense, que ha determinado la necesidad de realizar el interrogatorio con adaptaciones debido a su situación de discapacidad, como recoge el artículo 109 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim).
De este modo, se ha nombrado a una facilitadora que ha asistido en todo momento al investigado en la declaración ante el juez, con el objetivo de ayudarle a entender y ser entendido.
A la espera de un informe sobre su situación judicial
A pesar de su imputación provisional, el juez instructor ha ordenado un informe forense que se pronunciará sobre la posible imputabilidad del acusado. En todo caso, se debe realizar durante la instrucción del procedimiento.
Después de estas determinaciones, el juzgado ha solicitado a Instituciones Penitenciarias su traslado a un centro adecuado a su situación de discapacidad. La causa continúa bajo instrucción, pero se ha levantado el secreto de sumario.
El acusado se encuentra detenido por el asesino de Mateo, un niño de 11 años al que, según confesó, acuchilló en el polideportivo de la localidad, el pasado domingo 18 de agosto durante la mañana.
El menor se encontraba jugando al fútbol con unos compañeros cuando irrumpió en las instalaciones un hombre armado con un cuchillo y la cara tapada con un pañuelo. Se acercó a una multitud, pero Mateo tropezó y el autor del asesinato aprovechó esta circunstancia para perpetrar el crimen. Posteriormente huyó por la zona.
Dados estos hechos, se activó la operación Jaula para dar con el paradero del acusado, que finalmente se produjo dos días después, el pasado martes 20 de agosto. Para ello, fue fundamental la acción de las cámaras de seguridad y la ubicación de su teléfono móvil. Un día después se ha hallado un cuchillo en el que se han encontrado restos biológicos humanos y que podría ser el arma del crimen. La investigación continúa abierta.
