Travis Fieldgrove, un hombre de 40 años, ha sido condenado a dos años de prisión en Estados Unidos por casarse con su hija de 21, Samantha Keshner y mantener relaciones sexuales con ella, según relata New York Post.
Según aparece recogido en la sentencia, Fieldgrove conoció a su hija hace cuatro años, cuando la joven tenía 17 y expresó a su madre sus intenciones de comunicarse con su progenitor. La madre expresó sus reticencias al principio, pero posteriormente accedió, en un gesto sobre el que ha mostrado un fuerte arrepentimiento. Una reacción muy distinta a la que mantiene el padre, tal y como se puede comprobar en su entrada a los juzgados
The St. Paul man that was accused of marrying and having a sexual relationship with his daughter has been sentenced to two years prison plus probation and ordered to have no contact with his victim. @NTVNEWSpic.twitter.com/4lrApFFVBf
— Steve White (@NTVsSteveWhite) 30 de mayo de 2019
Cuando padre e hija se conocieron, la relación fluyó con normalidad, pero poco a poco fue cambiando y tomando otros tintes hasta que en el mes de septiembre de 2018 se produjo la primera reación sexual y finalmente llevó a la madre de la joven a presentar una denuncia.
Tanto el padre como la hija han reconocido que se produjo aquel encuentro, pero no han especificado cómo sucedió ni quién llevó la iniciativa en todo momento. Esto hubiera supuesto un agravante para el padre.
Sin embargo, el juez destaca otro apunte: que Travis impulsó los trámites para casarse con su hija en cuanto tuvo constancia de que su madre se encontraba en proceso de denunciar la relación que ambos estaban manteniendo.
"No sabía que era mi hija"
Travis Fieldfrove, que ahora enfrenta una condena de prisión, asegura que nunca fue consciente de que la joven era su propia hija. Algo que 'chirría' a los investigadores y que únicamente se podría explicar bajo el pretexto de que la joven había ocultado sus intenciones de conocer a su padre.
Para despejar dudas, el juez ordenó realizar una prueba de paternidad, que dio positivo en un 99,9%. A pesar de que en el registro civil tampoco aparecen registrados como familia, el juez considera que el origen del primer encuentro entre ambos sirve como prueba para comprender que eran conscientes de su relación de parentesco.
Por ello, la Justicia considera que Travis es culpable de un delito de incesto y finalmente ha aprobado para él una condena de dos años de prisión.