La Sala Penal del Tribunal Supremo ha confirmado una pena de seis meses de prisión para el activista que interrumpió una misa en la iglesia de Sant Pere de Banyoles, en Girona. El acusado entró gritando "aborto libre y gratuito" y exhibiendo una pancarta en la que se indicaba "fuera rosarios de nuestros ovarios" ante la indignación de los presentes, según aparece en la denuncia. Esta acción paralizó la misa un total de dos minutos.
Con esta decisión el Supremo rechaza el recurso de casación presentado tras la sentencia emitida el pasado 28 de abril de 2017 por un delito contra los sentimientos religiosos, según se ha señalado en un comunicado.
Los magistrados señalan también que el hombre actuó "sabiendo que con su acción podía llegar a ofender los sentimientos religiosos" y que su gesto extralimitó los límites de la libertad de expresión, así como vulneró el derecho fundamental a la libertad religiosa y de culto.
Los jueces tamibén consideran que la libertad de expresión, reunión y manifestación "no son derechos absolutos" y pueden colisionar con otros derechos fundamentales, como el de libertad religiosa. Ante esto último, concluyen que se han atacado los valores constitucionales, aunque se señala que se habría podido realizar con completa normalidad si hubiese actuado de la misma manera en otro lugar.
"Lo hizo en un lugar especialmente reservado para los católicos"
Los jueces han aprovechado el escrito de la sentencia para señalar que la condena no se impone en base a la ideología del acusado, si no al lugar en el que se realizó, "especialmente reservado para la reunión de los que profesan la religión católica, delante del altar, durante la celebración de una misa dominical y en un momento en que los feligreses se encontraban recogidos en oración".
Por último se señala que "interrumpió unos minutos la ceremonia religiosa, perturbando el acto y con ello el sentimiento de los feligreses que se encontraban en aquel momento congregados celebrando un acto importante para su confesión religiosa".