Desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno, todas las miradas se centran en una cruz. Concretamente en la del Valle de los Caídos. Una de las medidas estrella anunciado por el nuevo Ejecutivo es la de exhumar los restos del dictador Francisco Franco con el objetivo de convertir el lugar en un punto de reconciliación en vez de un homenaje al fascismo.
Esta iniciativa ha levantado todo tipo de opiniones, entre aquellos que la aplauden por considerar que es algo natural para superar una etapa negra de nuestra historia; y aquellos nostálgicos que la critican sacando banderas preconstitucionales. En cualquier caso, se van descubriendo más aspecto respecto a este tema y en este caso, el protagonista es el prior de la Abadía Benedictina de la Santa Cruz del Valle de los Caídos: Santiago Cantera Montenegro.
Resulta que Cantera fue candidato del partido Falange Española Independiente (FEI) en las elecciones generales de 1993 y las europeas de 1994, según revela Infolibre. En ambas ocasiones ocupó puestos de cola ya que en 1993, cuando solo tenía 21 años y terminaba sus estudios de Historia en el CEU, ocupó el número 32 de la lista por Madrid para el Congreso de los Diputados. La formación falangista, no obstante, solo consiguió un 0,01% de los votos y no obtuvo ni un solo escaño en la cámara.
Para las europeas de 1994 ocupó el puesto 40 de la lista, pero la formación tampoco consiguió entrar en la Eurocámara al conseguir solo el 0,03% de los votos. Pocos meses después, Cantera culminó sus estudios de Historia Medieval, y en 2002 ingresaba en el Valle de los Caídos, cuando tenía 30 años.
Se opone a la exhumación de Franco
Fue nombrado líder de la congregación benedictina en 2014, sin embargo, no consiguió el apoyo entre los monjes para ser nombrado abad por lo que se tuvo que conformar con un rango inferior: prior-administrador.
Santiago Cantera Montenegro se niega ahora a la exhumación de los restos de Francisco Franco y el fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, al que tanto admira. El prior ha criticado las políticas de Memoría Histórica a las que tilda como un intento de "división entre las dos Españas", que "nunca podrá ser superada por un deseo de revancha, de venganza, de resucitar odios que parecían ya desaparecidos o al menos dormidos", según dijo el 20 de noviembre de 2013 durante la misa funeral que todos los años se celebra en recuerdo a Franco y Primo de Rivera.