Los restos de José Antonio Primo de Rivera serán exhumados este lunes 24 de abril del Valle de los Caídos, después de que la familia solicitase al abad y a la Dirección General de la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid que los restos no continuasen en la Basílica Mayor del Valle de Cuelgamuros.
En el texto de la Ley de Memoria Democrática se recoge que "en el Valle de los Caídos solo podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la Guerra, como lugar de reconocimiento, conmemoración, recuerdo y homenaje a las víctimas allí inhumadas", y se explica que "se procederá a la reubicación de cualquier resto mortal que ocupe un lugar preeminente en el recinto".
Los restos de José Antonio Primo de Rivera llegaron a la basílica de El Escorial en noviembre de 1939, procedentes de Alicante, donde fue fusilado el 20 de noviembre de 1936. En abril de 1959, con la inauguración del Valle, cuando el dictador Francisco Franco invitó a la familia de José Antonio a trasladar sus restos mortales a este mausoleo.
La familia ahora se encargará de inhumar los restos del fundador de Falange Española en una nueva ubicación que será consensuada por su propia voluntad.
Tras las exhumaciones de Franco o Queipo de Llano
La exhumación de Primo de Rivera se produce tras otros procesos similares de reparación en virtud de la Ley de Memoria Democrática, entre los que destacan las exhumaciones del dictador, Francisco Franco, que también abandonó el Valle de los Caídos en octubre de 2019.
A él, se suma la exhumación del general golpista Queipo de Llano, cuyos restos abandonaron la basílica de La Macarena de Sevilla en noviembre de 2022. El general fue responsable de 45.000 víctimas durante la Guerra Civil y estaba enterrado con honores en el templo desde su fallecimiento.