Este sábado 1 de mayo de 2021, se celebra el Día del Trabajador en casi todo el planeta. Se trata de una jornada muy reivindicativa, un pilar fundamental del movimiento obrero que surgió durante la Revolución Industrial.
Gracias a ella, los trabajadores consiguieron algunos derechos fundamentales que hoy disfrutan, como la jornada laboral de ocho horas. Esta fecha fue declarada festiva en el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional del año 1889.
El motivo de esta fecha tan simbólica era, precisamente, rendir homenaje a un grupo de sindicalistas norteamericanos que fueron condenados por participar en la huelga del 1 de mayo de 1886 en Chicago (Illinois).
La huelga se extendió durante tres días, hasta el 4 de mayo, cuando se produjo la Revuelta de Haymarket, donde se detuvo a tres obreros y cinco fueron llevados a la horca. Los convocantes buscaban reclamar una jornada laboral de ocho horas que la patronal no cumplía, a pesar de que la Ley Ingersoll reconocía este derecho.
Las movilizaciones tuvieron, finalmente, consecuencias: miles de trabajadores despedidos y heridos, una gran mayoría de ellos, personas migrantes procedentes de Europa. El acontecimiento marcó el inicio de la fiesta popular que hoy conocemos y que se ha instaurado en casi todos los países.
La paradoja de Estados Unidos
Sin duda, el movimiento fue tan potente que incluso generó temor entre las élites estadounidenses a posteriori. Se da la paradoja de que, mientras que en casi todo el mundo se celebra el día de los trabajadores este 1º de mayo por lo ocurrido en Chicago, el país norteamericano olvida este día-
De hecho, Estados Unidos y Canadá apuestan por trasladar las reivindicaciones obreras a otra fecha, el primer lunes de septiembre, que se bautizó como el 'Labor Day'. Precisamente, con ello pretendían aplacar cualquier tipo de repunte de un movimiento socialista.
Mientras tanto, la fiesta del 1º de mayo consiguió un fuerte auge cuando finalizó la II Guerra Mundial gracias al auge de los movimientos de izquierdas en Europa y las grandes fiestas que se realizaban en los antiguos países del bloque de la Unión Soviética.
La Iglesia también decidió tomar parte de esta jornada, durante el papado de Pío XII, con el objetivo de que la jornada reivindicativa tomara también tintes religiosos y se acercara, en cierta medida a sus postulados. Por ello, el 1 de mayo también se celebra el día de San José Obrero.
