Hace una semana, el Senado de Argentina rechazaba un proyecto de ley que permitía despenalizar el aborto hasta las 14 semanas de gestación y permitir que se realizara en la sanidad pública. Ahora, con la primera muerte ocurrida derivada de un aborto casero tras esta decisión política, las mujeres argentinas vuelven a salir a la calle para visibilizar los peligros de los abortos clandestinos.
La fallecida es una joven de 34 años. Ingresó el pasado domingo de urgencia en estado grave en el hospital Belgrano de Buenos Aires. Tenía una infección generalizada en el cuerpo, también llamada shock séptico, a causa de haberse intentado practicar un aborto mediante la técnica del tallo de perejil, que consiste en introducir tallos de perejil por la vagina hasta que alcanzan el útero. Esto produce contracciones que hacen expulsar al embrión. Los médicos, que encontraron perejil en su útero, le practicaron una histerectomía, es decir, una extirpación del útero, pero aun así su estado no mejoró. Es por eso que fue trasladada a otro hospital, en Pacheco, pero no sobrevivió.
Según comenta el medio Clarín, era la tercera vez que la joven, que tenía un hijo de 2 años, se hacía un aborto. Un portavoz de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir explicaba a ese medio que en la sanidad pública, ante el primer aborto, se le hubiera dado a la chica información sobre métodos anticonceptivos para evitar que tuviera que pasar otra vez por este proceso. El peligro de usar técnicas caseras, concretamente esta, es que es frecuente que el aborto no se realice de manera completa y se produzca una infección que se extiende por el cuerpo, como le ocurrió a esta chica.
El miedo a ir presas lleva a realizar abortos caseros
Por su parte, desde el medio argentino Página/12, una médica explica que cada vez es más difícil encontrar en Argentina "a alguien que les haga un aborto en mejores condiciones o les ponga una sonda, que aunque por supuesto es inseguro no es lo mismo que meterse un tallo de perejil". Esto se debe al temor a ir a la cárcel debido a que realizar estas intervenciones está penado por la ley. Así, intentan hacerlo mediante remedios "caseros" que, aunque parezcan tan inocuos al usar una planta tan común como es el perejil, entrañan un grave peligro.
La votación en el Senado por la despenalización del aborto fue un momento histórico en Argentina, pues la propuesta ya había pasado la aprobación de la Cámara de Diputados, y sólo necesitaba que ocurriera lo mismo en la del Senado. Por ello, miles de mujeres en todos los puntos de Argentina salieron a la calle para pedir a sus senadores que dieran el visto bueno a esta propuesta. Sin embargo, no salió adelante, no podrá volver a presentarse hasta 2019 y queda vigente como normativa una ley aprobada en 1921. Según ésta, sólo en caso de violación o si la salud de la madre corre grave peligro, se puede practicar un aborto en la sanidad pública, de manera gratuita.
Las iniciativas por el derecho a decidir tienen como objetivo que las mujeres tengan un lugar seguro y gratuito en el que realizar los abortos. No se defiende que abortar sea tan común y sencillo como tomarse una aspirina, sino que, sabiendo que es una decisión complicada, que entraña riesgos y que a nadie le gusta exponerse a una intervención así de invasiva, sólo se haga frente a la clandestinidad y las muertes que se producen.