El fin de Madrid Central ha llegado. El nuevo gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha eliminado las multas por circulación en el centro de la capital y lo ha hecho utilizando el artículo 247 de la ordenanza de Movilidad que permite establecer un período informativo sin sanciones. Se trata del mismo apartado que usó el gobierno de Carmena desde el 30 de noviembre hasta el 16 de marzo, lo que fueron los primero tres meses y medio del plan. En esta ocasión, la exención de multas se dilatará hasta el 30 de septiembre.
La decisión tomada por José Luis Martínez-Almeida al llegar al cargo implica acabar con el proyecto estrella de su predecesora, Manuela Carmena y su equipo de Ahora Madrid. Pero también supone retroceder hasta 2004, ya que las cámaras de control son las mismas que usaban para las Áreas de Prioridad Residencial (APRs) que instauró en su momento el PP.
El control se estableció en los barrios de Letras, Cortes, Ópera, Embajadores y Lavapiés, zonas cada vez más turísticas en las que los vecinos y visitantes se han acostumbrado a andar por la calzada, y en las que ahora tendrán que tener cuidado por la invasión de los coches. Con Madrid Central las APRs quedaron integradas dentro estas áreas, y por eso ahora que se ha revertido la situación, todos los coches sin distinción pueden entrar sin miedo a ser sancionados.
Barrios que llevaban años sin tráfico
El 1 de julio de 2019 desaparece definitivamente Madrid Central y las consecuencias se van a empezar a notar de manera inminente. Según los expertos, la moratoria de multas va a acarrear tres consecuencias principales: Gran Vía se llenará de tráfico, esos coches acabarán en otras calles, y cuando entren muchos intentarán aparcar y darán vueltas por el centro antes de pagar un parking.
Según fuentes del Ayuntamiento consultadas por El Diario, las previsiones del Consistorio pasan por avisar a los vehículos que entren, pero no sancionarlos. Durante los próximos tres meses sus intenciones son "reunirse con los afectados" y a partir de ahí, "ir viendo todo". Al margen de la disuasión pasiva (los coches no entran porque no hay espacio), el Gobierno en definitiva está invitando a saltarse la norma porque no habrá sanción.
Pero lo cierto es que el Ayuntamiento todavía cuenta con una carta que puede jugar a su favor, ya que la moratoria durará de momento durante los tres meses de verano. Un tiempo, julio y agosto, en el que el tráfico desciende hasta un 10%, el mismo porcentaje que se registra durante una huelga de taxis. Pero esta baza les va a durar un par de meses, ya que en septiembre todo el mundo vuelve y el tráfico aumenta con creces. Este es el principal motivo por el que los expertos prevén que será entonces cuando los vehículos contaminantes vuelvan a tomar el centro, a colapsar entradas y salidas, y a afectar a la respiración de los viandantes y vecinos en general.
Greenpeace bloquea una entrada al centro
El mismo día en el que ha comenzado la moratoria de multas impuesta por Almeida, una docena de activistas de la organización ecologista Greenpeace ha decidido bloquear una de las entradas a Madrid Central. Lo han hecho congregándose en la calle Alcalá de Madrid, y así han bloqueado los carriles centrales de esta entrada directa al centro.
? ¡ACCIÓN! Hoy es el primer día sin multas para los infractores que entren en Madrid Central, por eso nuestros activistas han bloqueado desde primera hora de la mañana el acceso a Madrid Central desde la calle Alcalá.???? https://t.co/7UmSq9ZZPj#MadridCentralFuncionapic.twitter.com/F8BMmGWXPs
— Greenpeace España (@greenpeace_esp) July 1, 2019
Los activistas han desplegado una gran pancarta con el lema "Madrid Central funciona", con la que han pretendido visibilizar su oposición a la medida totalmente "arbitraria" del actual equipo de Gobierno municipal. Según han explicado desde la organización en un comunicado oficial, con esta acción quieren recordar así "que Madrid Central sigue en vigor con o sin multas, y anima a los ciudadanos a seguir utilizando el transporte público y evitar ir al centro en coche".
