Debido a que los alergólogos anticipan una primavera más tranquila que en años anteriores, los más de ocho millones de residentes en España que sufren de alergias al polen pueden respirar más tranquilos este año. La intensidad será mayor en el interior peninsular, donde las gramíneas, los olivos y las cupresáceas son los pólenes más frecuentes. Casi siete millones de personas se verán afectadas por el polen de gramíneas, que alcanzará su punto máximo en mayo, y será la mayor preocupación entre los alérgicos.
Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), estas son las previsiones alergológicas para las distintas zonas del territorio nacional:
- Castilla y León y Catilla-La Mancha: Situación 'leve' entre los alérgicos a las gramíneas.
- Toledo: Una primavera más 'intensa' con una concentración de 6.000 granos/m3 de gramíneas.
- Madrid: Situación 'moderada', 4.000 granos/m3 de gramíneas, con un porcentaje de alérgicos al plátano de sombra del 40%.
- Teruel: 1.000 granos/m3 de gramíneas.
- Cuenca: 1.000 granos/m3 de gramíneas.
- Aragón: Situación 'leve'.
- Catalunya: Situación entre 'moderada' y 'leve'. Con las gramíneas, en Barcelona y Tarragona, 1.000 granos/m3. En Lléida, 2.000 granos/m3.
- Galicia: Situación entre 'moderada' y 'leve'.
- Comunidad Valenciana: Situación 'leve' con una concentración de gramíneas de cerca de 1.200 granos/m3.
- Andalucía: Situación 'muy leve', inferior a 1.000 granos/m3 de gramíneas, con algo más de intensidad en Sevilla.
- Extremadura: Situación 'muy intensa', con valores cercanos a los 7.000 granos/m3 de gramíneas.
- Cornisa cantábrica, Navarra y La Rioja: Situación 'leve'.
- Murcia: Situación 'leve', 1.000-3.000 granos/m3.
- Baleares: Situación 'leve', 1.000 granos/m3.
El cambio climático y la situación meteorológica
Como resultado, existe una correlación directa entre las concentraciones de polen durante la primavera y factores meteorológicos como la lluvia y la temperatura del otoño e inviernos anteriores, según asegura el Dr. Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC. En realidad, hay dos formas en que la lluvia afecta los niveles de polen, una es ventajosa para las personas alérgicas y la otra es desfavorable.
"A corto plazo, la lluvia humedece los pólenes que hay flotando en la atmósfera, aumentando su peso y favoreciendo su depósito en el suelo impidiendo que puedan penetrar en las vías respiratorias, lo cual disminuye los síntomas de los pacientes alérgicos cuando este lloviendo", asegura el doctor. "Al largo plazo la lluvia favorece el crecimiento de todas las plantas, sobre todo las gramíneas, lo que contribuye a un mayor desarrollo y un aumento en la producción de pólenes de gramíneas que se van a dispersar por la atmósfera en su momento de floración, con un aumento de los síntomas alérgicos", finaliza.
Por otro lado, es crucial considerar el hecho de que, según los alergólogos, tanto la contaminación como el cambio climático hacen que la temporada de polen dure más, lo que a su vez prolonga los síntomas de la alergia.
"Los contaminantes actúan sobre las plantas que, como no pueden desplazarse, se defienden modificando su metabolismo y produciendo nuevas proteínas, llamadas
de estrés, que les permiten subsistir, pero que aumentan la alergenicidad de los pólenes", confirma Zapata.
Por otro lado, el tiempo de exposición a los pólenes ha aumentado, ya que el periodo de polinización se extiende con el aumento de las temperaturas. Esto es de vital importancia actualmente ya que hemos experimentado el año (2022) más cálido desde que hay registros, con una media de unos 15,4º, lo que supone un incremento de 1,6º respecto a la media histórica. "El aumento de las temperaturas va a condicionar las alergias, y es importante ir bajando las emisiones de CO2, es un reto del siglo XXI".
Consejos para contrarrestar los efectos de las alergias
Protegerse frente al polen
"Las alergias pueden desaparecer al evitar el contacto con el alérgeno. Sin embargo, en muchas ocasiones y si los síntomas continúan, es necesario además tomar alguna medicación como un antihistamínico", aseguran desde la SEAIC. Es esencial acudir al alergólogo para que recete un tratamiento.
Cuidar y preparar la piel
"Es importante mantener la piel limpia, hidratada y protegida, especialmente en el caso de tener una herida", aseguran, para evitar contagios por virus o bacterias. Es importante además la utilización de protección solar.
Poner atención en la conservación de alimentos
El aumento de las temperaturas dificulta la correcta conservación de los alimentos, por lo que es de gran importancia prestar atención a su estado, ya que la gastroenteritis en estos meses prolifera con una mayor facilidad.
Los virus dominantes en la primavera
Hay una variedad de virus tiende a emerger con mayor frecuencia en la primavera. Las infecciones por rinovirus comunes son una de ellas y son las que causan el llamado resfriado común, que tiene síntomas como irritación nasal, dolor de cabeza, dolor de garganta, tos y presión en los oídos.
Sin embargo, aunque el número de casos de gripe está disminuyendo, todavía son significativamente más altos de lo habitual en esta época del año, particularmente para la influenza B. En caso de contagio, es crucial considerar cambios bruscos de temperatura, contacto cercano con personas infectadas y la continuación de prácticas de estilo de vida saludables como beber mucha agua.
Descansar correctamente
Para evitar dolores de cabeza muy comunes en esta época del año, es esencial un buen descanso, algo que se puede conseguir con una buena rutina de sueño y una correcta alimentación e hidratación.