La investidura de Pedro Sánchez como presidente de España ha sido la más ajustadas de la democracia dando paso a un Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. Todo estaba medido, calculado y nada podía fallar, tanto en los votos a favor como las abstenciones. El resultado final fue 167 a favor, 165 en contra y 18 se han abstenido. Sin embargo, las presiones y amenazas a Tomás Guitarte, diputado de Teruel Existe, y a propios del PSOE han hecho planear la sombra del 'tamayazo', hasta el último momento.
Esa sombra se acrecentó con el cambio de sentido de voto por parte de Ana María Oramas, pasando del 'sí' al 'no' rompiendo la disciplina de partido de Coalición Canarias; y, por otra parte, el cambio de sentido del voto del Partido Regionalista de Cantabria en la misma dirección que Oramas. Esto especialmente que extrañó a la bancada socialista ya que PRC fue de los pocos que apoyó al PSOE en verano, añadiendo que Miguel Ángel Revilla siempre apostó por desbloquear el país para llevar a cabo reformas que tanto necesita España.
Sin embargo, en estas dos sesiones de investidura, el lenguaje y los discursos de los diputados del PRC ha sido de su compromiso con el 'no', de cierta naturaleza "beligerante" y muy distinta a la oratoria de Revilla. Hay que recordar que Partido Regionalista de Cantabria, actualmente, gobierna en la comunidad autónoma gracias a los apoyos del PSOE. Por eso, desde ciertos sectores se pregunta: ¿Por qué ese cambio radical?
Presiones del Santander
Diario16, con fuentes en el sector financiero cercanas al banco Santander, revela que la entidad financiera habría presuntamente, "influido en la decisión del PRC de votar en contra de la investidura de Pedro Sánchez y de la conformación de un gobierno progresista". Incluso, esas mismas fuentes dan más datos: los representantes de la entidad supuestamente llegaron "a poner encima de la mesa el cambio del domicilio social del banco a Madrid".
Este posible hecho hace planear la sombra de la conspiraciónde los poderes fácticos con el de la banca. Estas presiones han sido denunciadas por políticos como Pablo Iglesias en el debate electoral de abril, cuando señaló la influencia de Ana Botín a la hora de que no se formara gobierno. Aun así, el PSOE no puede desperdiciar el futuro voto del PRC durante la legislatura.