La final de la Supercopa de fútbol de Mauritania disputada el pasado fin de semana se vio detenida en el minuto 63 de forma repentina y sin motivo aparente, aunque pronto se filtró la noticia de que había sido el mismísimo presidente del país, Mohamed Ould Abdel Aziz, el que había dado la orden de finalizar antes de tiempo el partido.
Al parecer, el presidente se estaría aburriendo con el encuentro de fútbol entre el FC Tevragh-Zeina y el ACS Ksar, que estaban en empate a 1, y ante la posibilidad de que se celebrase una prórroga mandó detener el partido y suspender la segunda parte. Para decidir cuál de los dos equipos resultaba vencedor se disputó una ronda de penaltis.
La federación mauritana de fútbol se ha apresurado a desmentir estas afirmaciones a través de su presidente, Ahmed Ould Abderrahmane: "Desmiento totalmente que interviniera el Presidente de la República. La decisión se tomó debido a motivos organizativos y de acuerdo a los presidentes y entrenadores de los dos equipos".
Finalmente, el encuentro se resolvió a favor del FC Tevragh-Zeina con 5 penaltis frente a 4. Menos mal que no empataron también en esta tanda.