La vacunación es el principal arma para frenar el avance del coronavirus y poder controlar, por fin, la pandemia. Por esta razón, el presidente de Bolivia, Luis Arce, ha pedido a los gobiernos subnacionales acelerar este proceso ante una "eventual cuarta ola" en el país.
Durante un acto oficial en por el inicio de una obra en el municipio de Laja, a unos 30 kilómetros de La Paz, Arce puso de manifiesto la labor emprendida por su administración destacando la distribución de vacunas por parte del Gobierno nacional para avanzar en el plan de inmunización, pidiendo además a los alcaldes "pisar el acelerador" en este proceso.
También ha instado a la población a inmunizarse, desmintiendo para ello algunos de los bulos más absurdos que están circulando por Bolivia. "Es mentira que cuando uno se pone la vacuna se vuelve hombre lobo, es mentira que cuando uno se pone la vacuna hay algunas disfuncionalidades", manifestó el mandatario.
Este tipo de bulos están circulando a gran velocidad en el país, especialmente las zonas rurales. Las autoridades bolivianas han desmentido varias veces estos mensajes que circularon sobre todo en redes sociales como Whatsapp y que despiertan temor e inseguridades entre los bolivianos y bolivianas.
Arce instó a la gente a vacunarse y manifestó que hay que estar preparados "ante una eventual cuarta ola que puede venir". "Tenemos que estar preparados y ahí pedimos el aporte, la contribución, el apoyo de la ciudadanía, de nuestros hermanos para que acudan masivamente a los centros de vacunación. Eso es muy importante", subrayó.
La situación de Bolivia
Con unos once millones y medio de habitantes, Bolivia acumula 489.447 contagios de coronavirus desde marzo de 2020 y 18.391 muertes, según datos oficiales. En las últimas semanas el país se encuentra en una etapa de desescalada en la que los contagios parecen controlados manteniéndose por debajo de los mil diarios.
Respecto a las vacunas, por el momento 2.600.349 personas han recibido la pauta completa en Bolivia mientras que 3.172.621 recibieron la primera dosis. En Bolivia se está inoculando la vacuna china Sinopharm y la rusa Sputnik, compradas por el Estado, mientas que a través del plan Covax de Naciones Unidas, ha recibido las de AstraZeneca, Pfizer y Janssen.