La mujeres de Afganistán pierden su último ápice de libertad. Aunque trataron de imponerse, las presentadoras de televisión en el país han tenido que ceder finalmente a la presión de los talibanes y cubrirse completamente el rostro. Otro paso más hacia la opresión de las mujeres en este país y que, por desgracia, puede no ser el último.
Si algo han transmitido estas presentadoras de televisión ha sido valentía. En un país donde los talibanes se pasean con rifles y ametralladoras por las calles, ellas han querido plantarse y luchar por sus derechos. Pero parece que han perdido esta batalla. Aún así, estas mujeres siguen mostrando su deseo de seguir luchando por su libertad de expresión.
"El burka y todo lo demás que nos imponen no nos detendrá y seguiremos nuestra batalla por nuestros derechos", afirmó Basira Joya, presentadora del canal Arayan, durante el programa del pasado domingo. Con el rostro cubierto, tal y como habían solicitado los talibanes, Basira no dudó en recordar a la audiencia que "el islam es una religión de bondad y nunca impone algo a hombres o mujeres".
Oprimidas por enseñar la cara
El director de Tolo compartió su pesar en redes sociales mediante fotos de sus compañeras con el rostro cubierto. "Hoy tenemos un profundo pesar", lamentó el periodista. Él, al igual que sus compañeros, decidieron cubrirse el rostro con las mascarillas en señal de solidaridad con las presentadoras afganas.
Todas las cadenas de televisión del país tuvieron que acatar finalmente la amenaza de los talibanes. Canales tanto públicos como privados se vieron obligados a cubrir los rostros de sus presentadoras. ShamShad, Tamadon, Rah-e-Farda, Zhuandon o Noorin fueron algunos de ellos.
Los talibanes advierten
"Insistimos de manera verbal para que acatasen la orden y hoy todos los medios de comunicación la implementaron", informó el principal portavoz del Ministerio de la Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, Mohammad Sadiq Akif, a la agencia EFE. Después de tres días de advertencias, los talibanes finalmente hicieron cumplir su orden del uso obligatorio del burka a las mujeres. El portavoz ha celebrado que "todas las empleadas de los medios de comunicación obedecieron la orden".
Además, advirtió de que, si vuelven a llamarles la atención, "se verán obligados a actuar siguiendo las acciones anunciadas previamente". Esto implica que, si una funcionaria incumple la orden será despedida de manera automática. Asimismo, de manera general, si una mujer incumple la vestimenta se avisará primero a su tutor o miembro masculino de la familia y, si persisten el incumplimiento, éste podrá ser detenido tres días y pasaría a ser "entregado a los tribunales para recibir su castigo".
La mujer afgana, cada vez más invisible
Akif ha insistido en la necesidad de cumplir esta norma, especialmente las presentadoras que son al final quiénes representan la imagen del país. Según explica, sus apariciones en la televisión tienen un gran impacto en la población afgana y se establecen "como imagen y modelo a seguir" para el resto de mujeres.
Son pocas las mujeres que se atreven ya a alzar la voz contra el Gobierno talibán. Una de las opositoras políticas, Fawzi Koofi, lamentaba desde el exilio esta última noticia. "Estoy sin palabras para explicar la situación que atraviesan las mujeres y las niñas en Afganistán, con un nuevo mandato diario para hacerlas más invisibles".
Mientras tanto, los talibanes no hacen honor a sus primeras declaraciones en las que aseguraban que, tras tomar el poder, seguirían respetando los derechos de las mujeres afganas. Una promesa que dista mucho con una realidad en la que las mujeres están obligadas a estar acompañadas siempre por un hombre, no pueden acudir a la escuela y algunas han sido obligadas a dejar sus puestos de trabajo para estar recluidas en sus casas.