Pasar horas preparando un programa y tener que sentarse en un plató, quizás, sin ser conciente de la cantidad de personas que están viéndote en directo... puede pasar factura.
Si alguien lo duda, se lo puede preguntar a Linn Wiik, una reconocida presentadora de la televisión noruega, que ha vivido una situación que jamás olvidará. Ella y todos sus espectadores, sin udda.
Durante una entrevista con el deportista Vergard Harm, la presentadora comenzó a manifestar ciertos movimientos que hacían presagiar lo peor. Porque, al menos, no parecía encontrarse especialmente cómoda y era incapaz de esconderlo.
En un momento dado, cuando el deportista está respondiendo a una pregunta, Linn empieza a mostrar lo que parecen arcadas, literalmente, pero intenta mantener la compostura.
Y llegó el drama...
Sí, quizás podría haber salido con discrección del plató y quedarse a gusto sin que medio mundo la viese. Pero ella intentó seguir... y la cosa terminó muy mal: en un momento dado, Linn se levanta, se inclina y, sobre su entrevistado, suelta un regalo, saluda a Blas, como queráis decirlo... vamos, que vomita.
El deportista, completamente sorprendido, se queda sin saber cómo reaccionar. La presentadora, con la cara colorada, se justifica: "estoy embarazada". A pesar de todo, los miembros presentes en el plató no dudan de mostrar su sorpresa e incredulidad ante lo que acaba de pasar. Y, al parecer, también medio mundo.