Malos tiempos para la Familia Real española. Pese a que Felipe VI consiguió mejorar la imagen pública de la monarquía, manchada durante los últimos años del reinado de su padre, Juan Carlos I, fruto de sus escándalos de faldas, la polémica caza de los elefantes o el Caso Nóos en el que se han visto envueltos la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, finalmente un problema doméstico ha acabado por poner a la Corona contra las cuerdas.
El escándalo saltó el pasado domingo 1 de abril durante la celebración de la misa de Pascua en la catedral de Palma de Mallorca, hasta donde acudieron los reyes junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y los eméritos. A la salida, doña Sofía quiso hacerse una fotografía junto a sus nietas, algo que no sentó nada bien a doña Letizia que se encaró a su suegra tratando de separarla de las niñas.
Esta imagen retrató la tensión vivida dentro de la Familia Real dando comienzo a todo tipo de especulaciones sobre la mala relación de la reina con su familia política. Para tratar de dar una imagen de unidad, a los pocos días, aprovechando la operación de rodilla de don Juan Carlos, todos volvieron a dejarse ver a las puertas del hospital. En esta ocasión, doña Letizia se mostró especialmente sonriente y amable con su suegra que, esta vez sí, pudo hacerse una fotografía con las pequeñas Leonor y Sofía de la mano.
Pese a los intentos por dar una imagen de unidad, no se ha podido impedir que todo el mundo hable de la situación en la que se encuentra el matrimonio real, llegando, incluso, más allá de nuestras fronteras. Tal es así que la prensa alemana, concretamente la revista Neue Post, habla del "divorcio inminente" entre los reyes Felipe y Letizia.
En la portada de la publicación puede leerse "Se acabó" sobre la imagen de los monarcas españoles. Además, plantea algunas cuestiones como por qué el rey tiene que acabar el matrimonio, qué pasará con la princesa de Asturias y la infanta Sofía o cuál será "el cruel destino de la reina" tras el divorcio.
Eternos rumores de divorcio
No sería la primera vez que la sombra del divorcio vuela sobre don Felipe y doña Letizia. Jaime Peñafiel, en su sección de El Mundo, ha señalado dos momentos cruciales en los últimos años que pudieron terminar con el matrimonio real. El último de ellos tuvo lugar apenas unos meses antes de la abdicación de Juan Carlos I. Ante la relación deteriorada de Letizia con el resto de la Familia Real, altas instancias creyeron que lo mejor, antes de que asumiera el papel de reina de España, era que se pusiera fin a la relación, algo que no sucedió.
Sin embargo, la pareja vivió su peor crisis el verano de 2013. Se encontraban en el Palacio de Marivent, el lugar de residencia de los reyes en Palma. Letizia, que nunca ha sentido demasiada admiración por las rutinarias vacaciones reales en las Baleares, estipuló con su marido los días exactos que permanecerían allí. Sin embargo, cuando se cumplió la fecha, hubo un problema: don Juan Carlos quería quedarse más tiempo. Comenzó así un fuerte conflicto que terminó con Letizia yéndose a Madrid por su cuenta, dejando en Marivent a sus hijas, su marido y sus suegros.
Una vez abandonó Palma, padre e hijo se enzarzaron en una discusión que terminó con el rey emérito gritándole al entonces príncipe: "¡Felipe, divórciate!". Cinco años después, parece que las tensiones internas permanecen intactas. El problema es que, ahora, se han hecho públicas.