Con la llegada definitiva del verano, hemos experimentado un fuerte auge de las temperaturas. Después de un mes de mayo y un comienzo de julio marcado por lluvias, tormentas y un clima más propio de estaciones frías, previo a una sequía; lo cierto es que hemos vivido un clima cálido durante los últimos días.
Esta temporada estival se espera especialmente dura e incluso más calurosa de lo que ya fue el pasado verano de 2022. Esa es la previsión que han realizado la mayoría de los expertos metereólogos, aunque el tiempo marcará determinados ciclos y se espera un pequeño período de tregua.
Este fin de semana se podría dar la primer ola de calor del verano, puesto que se podrían dar las condiciones de intensidad, extensión y duración que se conjugarían para ello. Sin embargo, antes, se darán abundantes lluvias y tormentas que afectarán por la tarde al sector norte y este peninsular, siendo localmente fuertes en el cantábrico oriental, el alto Ebro y Pirineo oriental.
"En estos momentos, el suroeste ibérico es el polo húmedo de Europa gracias al episodio de lluvias intensas asociado a una gota fría o DANA que está transitando desde el golfo de Cádiz hasta el mar de Alborán", explica Samuel Biener, experto de Meteored.
"Según nuestro modelo de referencia, esta semana la región más árida del continente europeo será la más lluviosa", ha incidido. Se trata de una circunstancia especialmente llamativa, explica, pero que suele ser habitual con episodios de precipitaciones asociados con una DANA.
Olas de calor
Sin embargo, se tratará de una tregua temporal. Durante varios días, algunos puntos del país, como los del valle del Guadalquivir o del Guadiana superarán los 40ºC de máxima, mientras que en otras zonas dispersas se moverán por encima de los 35ºC.