Uno de los temas de conversación más comunes en un grupo de amigos es el sexo y la escatología.A todos nos encanta hablar de todo lo relacionado con los placeres de la entrepierna para presumir (y exagerar) o conocer los vicios carnales de nuestro mejor amigo. Pero si hay a alguien a quien le gusta más hablar de sexo que a nosotros, míseros mortales, es a la oligarquía religiosa.
Si en algo coinciden los líderes religiosos, sean del credo que sea, es en su condena del sexo homosexual, lo que no les impide dar mucho por culo (léase en el buen sentido, que en esta redacción el sexo anal no es ningún pecado). El último chiste a este respecto llega de la mano de Murat Bayaral, un predicador musulmán turco muy resabiado.
La polémica (por llamar de alguna manera a lo que dijo) se desató por unas declaraciones vertidas en una entrevista concedida a la emisora de radio turca Fatih Medreseleri. Según recoge Hürriyet Daily News, Bayaral aseguró que los hombres tienen que dejarse barba porque si se afeitan pueden volver gays a los demás. Y se quedó tan pancho.
Drama heterosexual
Según nuestra amigo predicador, los hombres sienten atracción por otros hombres si estos van bien afeitaditos. Desconocemos cómo le irá en su labor como predicador religioso, pero como conocedor de los gustos homosexuales no tiene precio. Basta con irte de paseo por Chueca o encender tu Grindr para darte cuenta de que hoy en día raro es el maricón que va sin barba.
Murat Bayaral, que se ve que no tiene Grindr, ha dicho que es imperativo que los hombres se dejen barba ya que a algunos no se les distingue de las mujeres y eso puede provocar confusiones y pensamientos impuros en otros hombres a los que les atraen las mujere. "Una de las dos partes del cuerpo que distinguen al hombre de la mujer es la barba", sentenció.
"Si ves a un hombre con el pelo largo desde la distancia, puedes pensar que es una mujer si no lleva barba", explicó profundamente preocupado. Y esto, según el predicador, es un absoluto drama, ya que "hoy en día hombres y mujeres visten de forma similar".
Este predicador seguirá atusándose la barba muy convencido de su heterosexualidad. Veremos qué pasa cuando descubra a la comunidad de osos y la pasión de estos por una buena mata de pelo.