Cada vez son más las personas que al hacer la compra buscan productos saludables y con ingredientes naturales. Esto se debe a una mayor preocupación por llevar un estilo de vida saludable y al acceso a mayor información sobre los efectos perjudiciales del consumo de alimentos ultraprocesados.
Hoy te recomendamos algunos alimentos ricos en probióticos y prebióticos, pero antes, déjame que te ponga en situación y te explique lo que son estas dos palabras, que si es la primera vez que las lees, te sonarán a cuento chino.
En el año 2018, Danone Nutricia Early Life Nutrition, lanzó un estudio en el que mostraba que la mayoría de los padres españoles desconocían la labor de estas dos sustancias. "El 57% de los padres y madres españoles no sabe qué son realmente los probióticos y hasta casi un 60% reconoce no saber qué son exactamente los prebióticos", recogía el informe.
Según la Sociedad Española de Patología Digestiva, existen alrededor de 10 millones de genes microbianos distintos, que desempeñan un papel muy importante en la vida de las personas y en el funcionamiento del organismo, pues realizan funciones fisiológicas imprescindibles con un impacto directo en la salud de las personas.
Los probióticos son alimentos que contienen bacterias vivas, que llegan a nuestros intestinos y se adhieren a las paredes, se reproducen y hacen que crezca nuestra flora intestinal. Los prebióticos son alimentos funcionales que ayudan a la estimulación y al crecimiento de bacterias saludables en los intestinos.
Según esto, tenemos dos maneras diferentes de cuidar las bacterias de la flora intestinal: bien incorporándola directamente a nuestro organismo mediante la alimentación, con alimentos probióticos, o bien 'alimentando' a estas bacterias a través de los prebióticos.
Probióticos:
1 Encurtidos
Pepinillos, aceitunas, zanahorias y demás alimentos encurtidos son una fuente de probioticos. Aunque mejor si son naturales, ya que los industriales pierden parte de estos microrganismos debido a los procesos térmicos a los que son sometidos. La sal y la acidez del vinagre favorecen la proliferación de ciertas levaduras y bacterias beneficiosas que fomentan la biodiversidad en el ecosistema intestinal.
Estos alimentos, además, son muy buena opción como snack ya que son bajos en calorías y aptos para cualquier tipo de dieta. ¡Un buen picoteo para cuidar la salud!
2 Kéfir
El kéfir es leche fermentada. Se parece al yogur, pero su consistencia es más líquiday tiene una mayor diversidad de microorganismos. El kéfir de leche es rico, además de en bacterias beneficiosas, en calcio, proteínas y vitamina B12, con la ventaja de que, en esta bebida, se reduce el contenido en lactosa, transformándola en ácido láctico y evitando así intolerancias.
Esta delicioso mezclándolo con fruta o como una vinagreta para ensaladas si lo mezclas con eneldo picado, unas gotitas de lima y un poquito de sal y pimienta.
3 Miso
El miso, muy utilizado en la cocina asiática, es una pasta de soja y arroz fermentada de sabor salado con un punto amargo. En nuestra cocina, el plato más conocido es la sopa de miso, aunque también se utiliza para ensaladas, verduras y salsas. Unos noodles al wok sazonados con esta salsa están para chuparse los dedos.
Prebióticos:
1 Fibra
La fibra, que facilita el tránsito intestinal, ayudando a prevenir el estreñimiento, se encuentra en los cereales integrales, como el arroz, el pan o la pasta integral. Además, las dietas ricas en fibra ayudan a controlar la diabetes mellitus, la obesidad o el cáncer de colon.
2 Almidón
Cuando hablamos del almidón, es importante diferenciar entre almidón y almidón resistente: Mientras que el almidón es un hidrato de carbono que aporta energía al organismo, el almidón resistente es un tipo de almidón que resiste a la digestión, por lo que pierde la función energética. Pero, sirve para alimentar las bacterias de nuestro intestino. Una función muy importante para una buena salud intestinal y general.
3 Frutas, verduras y legumbres
El año pasado, la Sociedad Española de Patología Digestiva, informaba que seguir una dieta mediterránea rica en prebióticos, con alimentos como la alcachofa, achicoria, cebolla, ajo, espárragos, cereales integrales y semillas, entre otras medidas, ayuda a los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal a mejorar la diversidad de su microbiota intestinal y a estabilizar su condición.