Las parasomnias son fenómenos físicos no deseables que nos ocurren durante el sueño, como tener la sensación de caer al vacío o padecer sonambulismo, entre otras cosas. Estos trastornos afectan la calidad y la cantidad de nuestro sueño, y tienden a darse en la infancia y la adolescencia, aunque pueden persistir en personas adultas.
Normalmente las parasomnias suelen ser benignas y no derivan en ningún otro problema físico, aunque sí que hay casos en los que pueden llegar a agravarse. Eso sí, para evitar padecer cualquier tipo de estos trastornos se recomienda adoptar una rutina de sueño constante y evitar sustancias como el alcohol o el tabaco.
Asimismo, existen algunos tipos más conocidos, como el sonambulismo, aunque lo cierto es que hay otras muchas parasomnias, algunas casi desconocidas para nosotros, como el síndrome de la cabeza explosiva. En este caso, el 'exploding head syndrome', como se llama en inglés, produce estruendos muy fuertes a la persona mientras está dormida, a los que acompañan flashes de luz o dificulta para respirar. Por ello, hoy te contamos cuáles son algunas de las parasomnias y las consecuencias que pueden acarrear.
1 El sonambulismo
El sonambulismo es uno de los trastornos más comunes, que provoca que nos levantemos de la cama aun estando dormidos. No es un problema peligroso, pues su único agravante es que podamos ponernos en peligro mientras deambulamos, ya sea porque incluso salimos a la calle o actuamos de forma violenta.
De hecho, Psychology Today indica que más de la mitad de adultos sonámbulos se comportan de forma agresiva cuando se encuentran en esta fase, aunque únicamente el 17% ha llegado a sufrir lesiones. Ponen como ejemplo, además, a un paciente que saltó desde la ventana de un tercer piso cuando estaba dormido.
¿Cómo podemos actuar? Cuando vemos a alguien que está en estado de sonambulismo debemos acompañarlo tranquilamente a la cama. Si, por el contrario, somos nosotros quienes lo padecemos, lo mejor es prevenir: cerramos bien la puerta de casa y escondemos las llaves.
2 Trastorno de conducta del sueño en fase MOR
Esta parasomnia es también conocida como la "conducta de actuación de los sueños". En este caso, aparece al representar físicamente nuestros sueños. Lo manifestamos con sonidos vocales y movimientos de brazos y piernas, normalmente bastante violentos. Según la Clínica Mayo, este trastorno se asocia a las enfermedades neurológicas, por lo que si esto se agrava deberíamos ponernos en contacto con un neurólogo.
3 Terrores nocturnos
No debemos confundir pesadillas con terrores nocturnos. Pues, aunque es cierto que las primeras son también desagradables, nos inducen al pánico y pueden influir en nuestro estado de ánimo al día siguiente, en los terrores nocturnos la desorientación y el miedo vencen a cualquier recuerdo que podamos tener de lo que hayamos soñado. Estos terrores suelen aparecer durante el sueño profundo, en la primera mitad de la noche. Consisten en la activación paroxística del sistema motor durante el sueño y se caracteriza por gritos, un llanto desconsolado, taquicardia y un estado de agitación general.
4 Parálisis del sueño
La parálisis del sueño es una afección en la que no podemos movernos ni hablar. Este trastorno viene acompañado de una grave presión en el pecho, junto a un sentimiento de miedo. Es otra de las parasomnias más comunes, y una de sus características es que normalmente los que lo sufren tienden a sentir presencias que lo acompañan mientras duermen, oyendo sonidos o viendo figuras irreales en la habitación, conocidas como "alucinaciones hipnagógicas".
Este trastorno consiste en recuperar la consciencia, pero no la capacidad de movimiento muscular al despertar. En este caso, para intentar combatirlo debemos adoptar una rutina de sueño constante y establecer unos hábitos para antes de dormir, que excluyan revisar el teléfono o mirar aparatos electrónicos.
5 Síndrome de la cabeza explosiva
Este síndrome se produce cuando una persona escucha o siente un ruido muy fuerte en la cabeza cuando está a punto de dormirse o justo antes de despertar. Como hemos indicado al principio, estos estruendos pueden provocar que sintamos que nuestra cabeza está a punto de explotar, aunque no hay ningún dolor físico que se asocie a esta experiencia. Por el momento no hay ninguna causa aparente, pero sí que parece que pueda estar provocado por el estrés y la tensión emocional.
6 Enuresis nocturna
Esta parasomnia consiste en la incapacidad de controlar las micciones durante la noche y es muy frecuente en niños. Se produce a causa de un retraso en el desarrollo y el aprendizaje del cuerpo, que no pone en marcha los planes de retención cuando la vejiga se llena.