Practicar sexo es uno de los mayores placeres que existen en la vida, pero sólo lo disfrutamos cuando lo realizamos bien y para llegar a la perfección hay que practicar, además de dejarse guiar por la persona con la que estemos manteniendo sexo. Y es que hablar durante las relaciones sexuales siempre es bueno porque haremos disfrutar más a la otra persona y vicervesa.
Así que no está demás que os traigamos consejos para que vuestras relaciones sexuales sean plenas y por eso hoy os queremos hablar de una de las prácticas sexuales más habituales: el sexo oral. Cuando durante el sexo surge el sexo oral no pensamos en el después y nos lanzamos, sin más, pero en algunas ocasiones la mandíbula puede llegar a dolernos por haber realizado esta práctica de manera errónea.
Por lo tanto, para evitar el dolor de mandíbula te aconsejamos que hables con tu pareja y le cuentes qué es lo que te sucede. De esta manera, no dejaréis de tener sexo oral, sino que pasaréis a disfrutar los dos lo máximo posible porque llegaréis a un acuerdo para que quien realice el sexo oral sobre el pene y los testículos, no sienta después dolor de mandíbula.
Alternativas al sexo oral
También existen personas a las que no les gusta el sexo oral, ya sea porque les da reparo utilizar sus bocas para practicar sexo o porque disfrutan más de otras prácticas sexuales. En este caso también debes comunicar, sin ningún reparo, a tu pareja que no eres partidario o partidaria del sexo oral. Nadie debe hacer nunca nada que no quiera y en temas sexuales, tampoco.
Además, se puede llegar al orgasmo de muchas maneras diferentes ya sea practicando sexo oral o no. En este sentido, los sexólogos y las sexólogas aconsejan que disfrutemos más de las caricias y los preliminares.
Recuerda, el sexo debe ser sinónimo de disfrute y no de sufrimiento.