Los grupos municipales de PP y VOX en el Ayuntamiento de Alcorcón (Madrid) han puesto el grito en el cielo contra el Consistorio (PSOE, Ganar Alcorcón y Más Madrid) por incluir, dentro del calendario del Orgullo LGTBI de la ciudad, un cuentacuentos en el que varios artistas 'drag Queens' leerán libros destinados a público familiar.
Cabe destacar en primer lugar que alrededor del 5-10% de la población se identifica como LGTBI y la falta de aceptación, entorno o referentes pueden generar consecuencias en los menores. Ser LGTBI no es una ideología y la discriminación tiene consecuencias: "Los niños y niñas LGTBI siguen padeciendo una mayor discriminación y riesgo de sufrir violencia que el resto de la infancia, siendo especialmente vulnerable la infancia trans", expone Save The Children, que defiende la importancia de generar "entornos seguros en los que se lleven a cabo todos los cambios necesarios para garantizar el respeto a la orientación sexual y la identidad de género".
El acto está titulado como 'Orgullo en familia: Drag Story Hours' y está planificado en el centro cultural Los Pinos, destinado a la "promoción de la lectura y diversidad", como explica el Ayuntamiento, destinado a edades entre los 3 y 11 años. "No es para que los niños se hagan gais, sino para que si hay un niño gay le respeten", explica el director del espectáculo, Julio Cepeda, en declaraciones a Cadena SER.
Se trata, por tanto, de un espectáculo en el que varios artistas acudirán disfrazados para ofrecer lecturas infantiles. El Ayuntamiento explica que en este cuentacuentos "las personas que narran, en lugar de ir disfrazadas de los habituales estereotipos de princesas, príncipes o superhéroes, son 'drag queen' que ofrecerán un cuentacuentos especialmente pensado para las familias con historias basadas en los valores de la diversidad, el respeto y la inclusión". Según el portavoz del PP, Roberto Marín Vergara, esto se debe suspender para "proteger a la infancia".
Cuentacuentos no, pero toros y charlas sobre Franco para menores sí
PP y VOX justifican la censura de un acto por la diversidad alegando "protección a la infancia"; pero sin embargo, no aprecian esta máxima en otros contextos. Por ejemplo, en Baleares, donde ambos partidos han abierto la puerta a volver a permitir que los niños accedan a las corridas de toros.
El acceso a corridas de toros ha estado vetado a menores de 16 años desde 1992 y se elevó a 18 años en 2017. Ahora, ambos partidos han apostado por permitir la entrada de todos los niños y regresar al mismo escenario que se encontraba 32 años atrás. A juicio de la diputada de VOX, María José Verdú, la práctica que está siendo cada vez más vetada a nivel internacional por maltrato animal representa una ampliación de "los derechos y libertades" para los menores y "respeta y enaltece" la tradición.
Tampoco se encontró problema en Majadahonda (Madrid), cuando el Gobierno municipal autorizó, bajo el amparo del Área de Infancia y Familia del Consistorio (dirigido por VOX), promocionar una charla infantil impartida por el ex miembro del GRAPO y defensor actual del franquismo, Luis Pío Moa, que fue vendido como una charla para promocionar la "lectura en familia" y se celebró el 13 diciembre de 2019 en la Biblioteca Francisco Umbral. El libro de Moa estaba destinado a "entender a Franco" y llevó a Ciudadanos a exigir explicaciones.
Tampoco encontraron problema PP y VOX, sino que promocionaron el acuerdo firmado con la Junta de Andalucía en enero de 2024 para que una fundación de carácter ultracatólico y antiabortista (Vlllacisneros) impartiera "charlas sobre la banda terrorista ETA", que fue disuelta en 2011, ante alumnos de 3º y 4º de la ESO.
Además, ninguno de los partidos encontraron controversia en que Mayor Oreja impartiese una charla en el colegio Cristo Rey de Madrid en diciembre de 2023 para aleccionar a sus alumnos menores de edad sobre "el proyecto suicida de la izquierda que suma a socialistas, comunistas y nacionalistas, cuyo capitán general es la organización terrorista ETA".
"Los problemas de España no son la inflación ni los impuestos, el problema de España es que se está cambiando una sociedad por otra sin ruido", aleccionó Mayor Oreja, que impartía esta charla dos años después de que, en 2021, la Comunidad de Madrid (presidida por Isabel Díaz Ayuso, PP), prohibiese a Irene Montero, entonces ministra de Igualdad, impartir una charla sobre violencia de género.
¿Cuál es el problema?
Llegados a este punto, ¿cuál es el problema sobre este acto? ¿Por qué PP y VOX se indignan por completo ante la celebración de un evento que promueve la aceptación, inclusión y diversidad de los menores LGTBI, mientras apoyan que vean espectáculos de maltrato animal, charlas apoyando dictaduras o ultracatólicas?
Nadie puede saberlo, pero la realidad es que la homofobia es una realidad en la sociedad actual. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) calcula que entre 3,3 y 3,8 millones de personas en España se reconocen dentro del colectivo LGTBI.
El 29% de ellas ha sufrido acoso, el 27,5% ha sentido discriminación y el 8,6% han experimentado agresiones y violencia física o sexual, como recoge el informe 'Estado del Odio 2023', de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTBI).
El rechazo familiar y del entorno también son claves. El 35% de la población en situaciones de sinhogarimso (33.000 personas en España) pertenecen al colectivo LGTBI, según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA), principalmente por expulsión del hogar familiar.
El mismo organismo señala que el 60% de las personas trans no se visibiliza en el trabajo por miedo a la discriminación y que ocho de cada 10 mujeres trans han encontrado discriminación a la hora de buscar un empleo.
Problemas que se extienden a todas las personas LGTBI. Un estudio de UGT explica que el 78% de las personas del colectivo han experimentado algún tipo de violencia en su puesto de trabajo y que el 40% oculta su orientación para evitarlo.
Los datos son objetivos y no responden a ideologías. Las personas LGTBI y su aceptación es una causa que debe implicar al conjunto de la sociedad. Actos como la censura de libros recientemente vista en Oropesa o Valencia, donde se han eliminado libros sobre la realidad LGTBI en las bibliotecas; o la censura de actividades culturales relacionadas, como la prohibición en la localidad de Bezana de una película por un beso entre dos mujeres, no solo remiten a los peores episodios de la historia, sino a realidades que acontecen actualmente en el Viejo Continente, como ocurre en Hungría, ha pasado en Polonia, y muestra la Rusia de Vladímir Putin en el horizonte, que llega a perseguir a las personas LGTBI como "ideología extremista".
Una violencia que está fundamentada en la discriminación y un rechazo que se trabaja desde la base. ¿De qué quieren proteger PP y VOX a los niños realmente?
