Fuentes de la dirección del Partido Popular han adelantado que votarán en contra de la investidura de Pedro Sánchez "hasta el final", aunque ello conlleve ir a unas terceras elecciones para formar gobierno. Además, dichas fuentes consideran también que en unas terceras elecciones los populares volverían a mejorar sus resultados, a pesar de que es una situación indeseada que provocaría más "desafección" entre la clase política y la ciudadanía.
"Sánchez es incompatible con el apoyo del PP", señalan. Consideran que, en el hipotético caso de que el ahora Presidente en funciones llegara a un acuerdo con Pablo Casado para la investidura, este podría convertirse en un "vicepresidente cesable", ya que consideran que el socialista pactaría automáticamente con Unidas Podemos y sus "socios de la moción de censura", que consideran aliados naturales del PSOE.
Las palabras de Borrell
Josep Borrell, el todavía ministro de Exteriores en funciones, ha tildado la situación actual como "anómala", recalcando que "hay un partido político que se presenta a las elecciones, obtiene votos, diputados, forma parte del juego político, y en la medida en que el PP no quiere de ninguna manera facilitar una investidura y no queremos ir a terceras elecciones, hay que buscar una mayoría en otro sitio".
En declaraciones a Onda Cero, ha apelado a la responsabilidad del PP y ha marcado distancia con ERC, formación de la que dependerían si tanto PP como Ciudadanos mantienen su negativa. Sin embargo, las fuentes del Partido Popular consideran que el líder socialista parece no tener un plan alternativo, ya que no se ha puesto en contacto con Pablo Casado desde las elecciones.
Asimismo, han destacado que una de las cosas en las que más distan con el PSOE es en la plurinacionalidad en la que cree Sánchez, aunque también han remarcado que en cuestiones del Estado podrán encontrarles fácilmente si fuera necesario.
Además, aunque Borrell ha declarado que ante la negativa del PP "no se puede criticar que se trate de buscar una mayoría parlamentaria", los populares señalan que el plan de Pedro Sánchez es un plan suicida, ya que no pueden ofrecerle a ERC nada suficiente para que Rufián evite que les tilden de traidores por ceder ante el Gobierno. No obstante, el ministro ha expresado sus dudas acerca de responder si prefiere terceras elecciones o una investidura dependiente de ERC. "Depende de lo que se quiera decir por depender", resolvió, y argumentó que si únicamente consiste en superar la investidura, "en peores plazas han toreado". Asimismo, se ha referido a la dinámica parlamentaria, alegando no encontrar razón para que en la próxima negociación de presupuestos el PP no pueda participar en la constitución de un acuerdo para políticas concretas.