La candidata del PP a la presidencia de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha roto las negociaciones con VOX y se ha mostrado dispuesta a repetir nuevamente las elecciones en la comunidad, después de que el PSOE se haya quedado con la presidencia de la Asamblea.
Guardiola ha calificado las medidas de VOX de "obsoletas" y ha roto cualquier negociación con la formación de extrema derecha. El PP había ofrecido la presidencia de la Asamblea y el senador por designación autonómica.
La aspirante ha citado como puntos de divergencia la violencia machista, los derechos LGTBI o la inmigración como asuntos con los que no puede ceder frente a la formación ultraderechista. Puntos por los que no puede llegar a un acuerdo con VOX para la formación de un gobierno.
"Yo no puedo dejar entrar en el Gobierno a quienes niegan la violencia machista, a quienes deshumanizan a los inmigrantes y despliegan una lona y tiran a una papelera los derechos LGTBI. He hecho todo lo que esta en mi mano, pero mis promesas, mucho menos en mi tierra, no son moneda de cambio", ha declarado.
Extremadura, un caso diferente a Valencia o Baleares
El caso de María Guardiola contrasta con otros territorios, como Valencia, donde el PP ha sellado un acuerdo con VOX que lleva a Carlos Mazón a la presidencia de la Generalitat Valenciana. Este acuerdo incluye además para VOX la presidencia de las Cortes Valencianas, la vicepresidencia y Cultura, junto con las consejerías de Justicia e Interior, así como Agricultura para VOX.
En Baleares, por otro lado, las negociaciones entre PP y VOX avanzan a buen ritmo. Ambas formaciones han alcanzado un preacuerdo para la Mesa del Parlamento que llevará a la formación de extrema derecha a presidir la Cámara balear. Marga Prohens, del PP, aspira a presidir el Govern balear con el apoyo de VOX.