Se confirma el divorcio que llevaba varias semanas gestándose. El PP ha decido romper definitivamente con Ciudadanos en el Ayuntamiento de Granada dejando al alcalde, Luis Salvador, en minoría, ante la negativa de este de cederles el bastón de mando. Así, los siete concejales del PP en el Ayuntamiento de Granada han formalizado la renuncia a todas sus competencias y su salida del gobierno local.
Eso se produce tras la negativa del actual alcalde de la formación naranja de dimitir para favorecer la alternancia en la alcaldía lo que resta de mandato. Y es que según los populares, en el acuerdo de Gobierno que convirtió en regidor a Salvador (a pesar de ser la tercera fuerza más votada) en 2019, se optó por la fórmula 2+2. Es decir, repartirse la legislatura en dos años para los naranjas y dos para los conservadores. Extremo que los liberales niegan.
Francisco Rodríguez, presidente provincial del PP de Granada, en el transcurso de una rueda de prensa junto a los siete concejales del PP que ha sido convocada de urgencia tras el encuentro mantenido en la noche del lunes con Luis Salvador, quien les "dejó claro que no se va y se queda en la trinchera", así lo ha anunciado.
Ha recalcado que su partido toma esta "dura decisión" porque el actual regidor está "manteniendo a la ciudad en una situación de inestabilidad y agonía" y ha advertido de que ahora a Luis Salvador "solo le quedan dos opciones": "atrincherarse o convocar un pleno de investidura para que gobierne el PP, que fue la lista más votada de centro derecha en las pasadas elecciones".
Luis Salvador gobierna la ciudad con cuatro de los 27 concejales que conforman la corporación, según el acuerdo que alcanzó con el PP, con siete concejales, y VOX, con tres. La lista más votada, no obstante, fue la del PSOE, con diez concejales. Unidas Podemos, por su parte, obtuvo tres.
La sombra de la moción de censura
El desencadenante de la crisis en el Ayuntamiento fue el anuncio, el 26 de mayo, del hasta entonces concejal del PP y candidato popular en las pasadas elecciones municipales, Sebastián Pérez, de abandonar el partido tras 35 años de militancia para pasarse al grupo no adscrito por el trato «humillante» de su formación.
Pérez acompañó el anuncio de la exigencia de que Salvador abandonara la alcaldía y esta pasara a manos del PP durante los dos años que restan de mandato, con un candidato del Partido Popular acorde a sus posicionamientos y sin descartar la posibilidad de apoyar una moción de censura que daría la alcaldía al PSOE, fuerza más votada en los pasados comicios.