El Partido Popular ha recuperado la alcaldía de Alicante, una institución que perdió en 2015 en mitad de todos los escándalos de corrupción de Sonia Castedo. La izquierda contaba con mayoría absoluta en el Consistorio, pero la aritmética ha cambiado gracias a Nerea Belmonte, ex de Podemos y que ha votado en blanco durante la moción de censura.
El nuevo regidor de la localidad será Luis Barcala, que llega al cargo después de que la líder popular, Eva Montesinos, se retirara por varios casos de corrupción. Montesinos se encuentra doblemente procesada por presunto fraccionamiento de contrato irregular en las facturas de Comercio y por el despido de una funcionaria, cuñada del portavoz del PP.
El pleno de la moción de censura llegaba con el apoyo para los socialistas de 14 concejales. Se trata de los grupos Guanyar y Compromís. Sin embargo, la ajustada división entre izquierda y derecha, provocaba que el gobierno dependiese de un solo concejal, el número 15. En este caso, se trata de una tránsfuga de Podemos, Nera Belmonte, que finalmente ha votado en blanco y ha permitido la victoria del Partido Popular, que se alza con el bastón de mando a tan sólo un año de las elecciones.
"Hemos llegado hasta aquí y poco importa el por qué"
Tras alzarse con el bastón de mando de la ciudad, Barcala ha ofrecido un discurso de investidura, en el que ha destacado que "hemos llegado hasta aquí y poco importa el por qué, lo importante es el para qué".
El nuevo regidor también ha asegurado que hay consenso en gran parte de las políticas que se realizarán a partir de ahora, por lo que ha asegurado que habrá facilidades para trazar una hoja de ruta con la que dirigir el Consistorio hasta los próximos comicios.
Sin embargo, todas las políticas que quiera llevar a cabo dependerán de la decisión de Belmonte, ya que las fuerzas conservadoras no gozan de mayoría absoluta en el pleno. O, quizás, de los partidos progresistas, que han visto cómo perdían el poder gracias al voto de una de sus afines.
En la llegada de Barcala al poder, también ha influido el voto de Ciudadanos, que no se ha mostrado dispuesto a apoyar el tripartito que permitió que los socialistas se alzaran con el bastón de mando en la localidad. La situación ha provocado una fuerte conmoción en los partidos de izquierdas que ahora pierden un Ayuntamiento que vuelve a ser gobernado por el Partido Popular.