Las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán este domingo, 9 de junio, podrían implicar un punto de inflexión mediante el que se abriría un nuevo ciclo político en España. Con la ley de amnistía ya aprobada y una posible victoria del PP pronosticada en las encuestas que reforzaría a Feijóo (el PP ya es primera fuerza en el Congreso, sin sumar una mayoría parlamentaria), los ojos se sitúan ahora en Junts.
La formación de Carles Puigdemont, hederera de la conservadora Convergencia, se encuentra entre los aspirantes a nuevos socios del PP. Ya se intentó en el Ayuntamiento de Barcelona, se lanzaron guiños en las últimas elecciones catalanas y ahora, con un contexto más convulso, se ha vuelto a plantear.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no descarta una moción de censura a Pedro Sánchez tras las elecciones europeas "si se da el contexto adecuado". Para ello necesita determinantemente a Junts, que actúa en estos momentos como bisagra, cuando el PNV mantiene cerrado un acuerdo de Gobierno en el País Vasco.
"Si una mayoría social que no está de acuerdo en este ambiente de corrupción política y democrática, esta parálisis de gobierno, se convierte en mayoría electoral y el 9 de junio mandan un mensaje, los ciudadanos veremos más próximo el final del túnel", ha expresado Feijóo sobre las elecciones del domingo 9 de junio en una entrevista emitida en Antena 3.
Sobre esta posible moción, Feijóo ha respondido: "¿Qué herramientas vamos a utilizar? Todas las que consideremos oportunas", aunque ha explicado que debe desarrollarse el "contexto adecuado" y que "pueda ser útil". El l´dier del PP también considera que Pedro Sánchez "no puede seguir siendo presidente" por la investigación sobre su esposa, Begoña Gómez, desde el punto de vista "ético", "político" y "moral".
A pesar de sus palabras, el PP ha salido a desmarcarse. "Nuestra vocación es que Pedro Sánchez caiga en las urnas y en unas elecciones generales que son urgentes dada la precariedad del Gobierno. Ese, y no otro, es el camino escogido", ha expresado un portavoz del PP en declaraciones a la prensa.
Contexto convulso
Los acontecimientos se precipitan. Junto al revulsivo del resultado de las elecciones europeas, se suma la constitución del Parlament de Cataluña, el próximo 10 de junio, y la sesión de investidura, que se celebrará el 25 de junio. Junts quiere presionar, si es posible hasta el final, para que el PSC les ceda la presidencia de la Generalitat, cuando necesitan nuevos apoyos fuera de los tradicionales para alcanzar una mayoría absoluta.
Este es el marco que los de Puigdemont también están aprovechando para acercar posturas con el PP, que podría implicar un pacto similar al desarrollado en el País Vasco entre PSOE y PNV: una doble dependencia que mantendría a ambos partidos en el Ejecutivo.
Junts ha mantenido encuentros con el PP para desarrollar esta estrategia, como publica la periodista Carmen Morodo en el diario La Razón, y han planteado que están dispuestos a llegar hasta el final, incluyendo la moción de censura, si no se concede la presidencia en Cataluña.
Además, Junts también mantiene encuentros con ERC para lograr los apoyos necesarios. La formación republicana está ahondando en sus exigencias para apoyar una posible investidura de Salvador Illa, que incluye la soberanía fiscal. Pero esto se produce cuando el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el único barón que gobierna con mayoría absoluta, ha mostrado abiertamente su postura en contra a ceder ante los independentistas y ha anunciado un recurso en el Tribunal Constitucional contra la ley de amnistía.
El contexto está generando tensiones internas dentro del PSC. Las tácticas de Junts para obtener la presidencia están generando un debate sobre los movimientos que debería realizar desde ahora la formación socialdemócrata y si llegaría a estar dispuesta a sacrificar una investidura de Salvador Illa para mantener a Pedro Sánchez en Moncloa.
