El Ayuntamiento de Fuengirola (Málaga), gobernado por el Partido Popular desde hace aproximadamente 30 años, ha dejado sin lugar de ocio a más de 1.500 personas de la tercera edad tras el cierre de dos grandes centros de mayores.
El socialista malagueño Miguel Ángel Heredia ha denunciado los efectos de esta medida tomada por el Ejecutivo de Ana Mula. Los dos lugares clausurados servían de lugar de reunión, ocio y distracción para más de un millar de personas, que incluso acudían cada día a almorzar en sus instalaciones. Varios usuarios de ambas dependencias han corroborado las palabras del parlamentario de izquierdas tras descubrirse el amargo e insípido pastel de los populares.
Los afectados han criticado la decisión adoptada por el Consistorio popular. Por su parte, Miguel Ángel Heredia ha asegurado que el Ayuntamiento "ha dejado a la ciudad sin comedores para mayores y jugando al dominó en la calle".
??Hoy en el periódico digital @El_Plural denuncio que el Ayuntamiento de #Fuengirola (#PP) cierra dos grandes Centros de Mayores y deja a 1.500 jubilados en la calle.????El partido de #MorenoBonilla y de #Casado dejan también sin comedor a los ancianos. #ALosMayoresSeLesRespetapic.twitter.com/5QQw2YJCck
— Miguel Ángel Heredia (@maherediadiaz) 29 de octubre de 2019
Por otro lado, las cúpulas de ambos centros llevan intentando reunirse con los responsables del Ayuntamiento de la localidad malagueña desde hace semanas, por lo que el cierre de sus lugares de trabajo y diversión les ha sentado como un jarro de agua fría sobre sus cabezas. Nunca llegaron a darles una respuesta sobre las cuestiones que plantearon y, sin mayor dilación, solventaron un problema de gastos a los que no podían seguir haciendo frente de la forma más radical posible.
Intentaron gestar su privatización
Los mayores de los centros consideran que el problema se centra en la falta de financiación, que no pueden seguir manteniendo como servicio público por no salirles rentables en lo que a beneficios económicos se refiere. Según los damnificados de estos lugares, Mula y su equipo no quieren asumir el supuesto alto coste de su manutención y, por ello, habrían pensado en proceder a su privatización de forma inmediata.
De hecho, lo abrieron a concurso. El Partido Popular, como si de una subasta se tratara, dejó la gestión de ambos centros a su suerte, sin llegar a ser adjudicados finalmente. Ningún postor se ha hecho aún con ellos y no parece que la situación vaya a cambiar después de que hayan procedido con el polémico cierre, sin ningún tipo de oportunidad o prórroga que permita encontrar una solución a corto plazo. El panorama que les espera a las más de 1.500 personas ancianas es desolador, sin embargo, desde el PSOE aseguran que no se quedarán de brazos cruzados ante la medida asumida por los populares.
Los socialistas no consiguen hacerse con el poder de la localidad, ni ellos ni nadie, desde casi hace tres décadas. Es uno de sus mayores refugios, donde el poder de la derecha ideológica española por antonomasia se perpetuó desde el principio de los años noventa. Un lugar de gran relevancia para ellos, especialmente debido a su tamaño, que se ha consolidado como uno de sus mayores bastiones en Andalucía.
Un control mediático absoluto que comenzó en 1991 con la toma de la alcaldía por Esperanza Oña, vicepresidenta actual del Parlamento de Andalucía. A excepción de la moción de censura impuesta entre 1993 y 1995, el PP ha ejercido su poder en la localidad a lo largo de todos estos años. Fue en 2014 cuando Oña tuvo que abandonar el Ayuntamiento por incompatibilidad con su puesto como parlamentaria y dio paso a Mula, que el pasado 26 de mayo volvió a alzarse con la victoria en las municipales, consiguiendo de nuevo la mayoría absoluta para los populares.