El PP es un partido moderno. O al menos es lo que ellos mismos pretenden hacernos creer a base de postureo y caras más jóvenes y amables que no hacen sino esconder el mismo discurso amargo y marchito. Cambian su traje, pero la caspa sigue cayendo sobre sus hombros.
En 2005 hicieron el ridículo votando en contra de la ley del matrimonio igualitario para después recurrirla ante el Tribunal Constitucional. Más de una década después aseguran haber evolucionado colocándose en la pancarta del World Pride. Puro teatro, que cantaría La Lupe.
No hace falta tirar de hemeroteca para darse de bruces contra la homofobia de un partido que sistemáticamente se opone a los derechos del colectivo LGTBI, aunque luego acudan con una sonrisa impostada a la boda de Javier Maroto, vicesecretario sectorial del PP, con otro hombre.
Incumpliendo su compromiso
Este martes 19 de septiembre ha llegado al Congreso de los Diputados el proyecto de Ley LGTBI presentada por Unidos podemos el pasado mes de mayo. En la sesión se votaba si esta ley podía comenzar su trámite parlamentario para llegar a su aprobación. Cabe recordar que esta ley fue redatada íntegramente por la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) contando con el apoyo de la formación morada, de PSOE y Ciudadanos.
Sorprendente, aprovechando el marco del World Pride que acogió Madrid -y para hacerse la foto-, el Partido Popular prometió apoyar esta ley estatal que lo único que pretende es asegurar la igualdad de las personas independeientemente de su identidad sexual o de género, o de su sexualidad. Y al PP esto no le gusta.
Así, el grupo al mando del Gobierno se ha abstenido alegando que ya presentarán ellos otra. El portavoz del PP, Rafael Hernando, así lo ha explicado que la ley es una "ingeniería social que pretende establecer discriminación entre los españoles según su orientación sexual. Y el PP no está por ello".
Por si se les ha olvidado, les recordamos el compromiso que adquirieron durante el World Pride firmando un manifiesto en el que prometieron firmar esta ley. Javier Maroto fue el encargado de firmarla, el mismo contra cuyos derechos se opone su propio partido.
Recordamos el compromiso de @PPopular con la #LeyIgualdadLGTBI ¡Esperamos que pase a trámite por unanimidad parlamentaria! pic.twitter.com/Z1X10t5vNi
— Federación Est. LGTB (@FELGTB) September 19, 2017
El objetivo de la ley estatal LGTBI
Esta ley busca establecer un marco contra la LGTBIfobia (en 2016 hubo 239 agresiones al colectivo solo en Madrid), luchar contra las discriminaciones del colectivo y que toda persona pueda vivir la diversidad afectiva, sexual y familiar con plena libertad.
También se contempla la formación del profesorado del sistema educativo, acciones de sensibilización familiar o la revisión del material didáctico con el fin de educar en la diversidad desde la infancia. También plantea un protocolo contra la violencia LGTBI en los colegios.
Uno de sus puntos más importantes contempla la despatologización de la transexualidad y la formación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para identificar la homofobia y transfobia. Igualmente, prohíbe las terapias que "curan" la homosexualidad.