Los partidos políticos ya encaran las elecciones de Cataluña que tendrán lugar el próximo 14 de febrero pese a la preocupante situación de la tercera ola del coronavirus. Aunque lo más sonado ha sido la candidatura de Salvador Illa por el PSC, por lo que ha tenido que dejar el Ministerio de Sanidad, que pasa a Carolina Darías, desde el PP también ha acaparado algún que otro titular de cara a los comicios.
Después del salto de Lorena Roldán pasando de ser candidata de Ciudadanos a la Generalitat para incorporarse a las listas del PP como número dos, la polémica estalló con el caso de Daniel Serrano. El que fuera secretario de la formación en Cataluña ha sido denunciado por una compañera de partido por un presunto delito de agresión sexual y otros dos de lesiones leves, por lo que el político decidió dimitir de sus cargos.
Ante esta situación, el PP de Cataluña ha tenido que buscar sustituto de Serrano al frente de la dirección de campaña y el elegido ha sido Óscar Ramírez, que desde hace dos años ha ocupado la presidencia del PP en Barcelona, responsabilidad que previamente ocupó Serrano.
El Comité Ejecutivo en la región, según publica VozPópuli, se habría enterado del nombramiento por la carta enviada por Ramírez en la que directamente se presenta como "Director de campaña". Dentro del partido critican que esta decisión se haya tomado desde Génova "sin informar previamente a la militancia". Por si fuera poco, Ramírez utiliza el mail de la Secretaría General para dirigirse al Comité Ejecutivo, por lo que muchos recelan que podría ser elegido para este cargo.
"Objetor de conciencia"
Óscar Ramírez representa a la facción más conservadora del Partido Popular, por lo que sorprende su nombramiento en un momento en el que la formación ha optado por un camino más moderado para distanciarse de VOX temerosos del sorpasso que los de extrema derecha podría protagonizar sobre el PP en las elecciones catalanas.
Especialmente preocupante es la homofobia del que ya es el jefe de campaña del PP en Cataluña y se postula para ser secretario general de la formación en la comunidad autónoma. Y es que en 2014, cuando era concejal por el distrito de Sarrià (Barcelona), se negó a celebrar una boda entre dos mujeres lesbianas, según informó El País, alegando "objeción de conciencia".
El consistorio barcelonés tiene una política de rotación para que los ediles puedan celebrar uniones civiles de acuerdo a sus calendarios -ya que la mayoría se celebran en fin de semana-. Este tipo de enlaces es una potestad que el Código Civil otorga a jueces y alcaldes, y que puede ser delegada en los concejales, como también se estipula en la Carta Municipal de Barcelona.
Cuando le tocó el turno a Óscar Ramírez, alegó "objeción de conciencia" para no celebrar una boda entre dos personas del mismo sexo. Por esta razón, el personal del distrito tuvo que realizar cambios de última hora para que otro concejal oficiara la unión.
