El Partido Popular está viviendo una seria fuga de miembros de la formación hacia Ciudadanos. La formación de Mariano Rajoy se enfrenta a una posible crisis y debacle electoral tras pasar al grupo mixto en el Parlament catalán, mientras que la formación de Albert Rivera conseguía la primera victoria de una formación no nacionalista.
La fuga de capital humano ha levantado todas las alertas tras la salida de seis concejales en el PP cacereño, entre los que se encuentran el propio líder de la formación en la provincia, José Antonio Villa.
Su gesto ha provocado un aumento de las afiliaciones entre los naranjas, hasta los 600 en pocas semanas. El PP extremeño quedó debilitado después de que José Antonio Monago no pudiera revalidar su mandato a la Junta tras las elecciones de 2015 y se destapara el escándalo de sus viajes a Canarias a costa del Senado, por el que no dimitió.
Sin embargo, esta renuncia apunta a constituir la punta del iceberg. En Ciudadanos se señala que su gesto ha sido replicado en varias plazas españolas, pero no se conoce la identidad de los tránsfugas. Sin embargo, el Partido Popular no confirma ni desmiente esta hipótesis, lo que puede implicar reconocer este extremo.
La fuga a nivel municipal es una realidad, también, a otros niveles de mayor importancia en la Administración. Destaca el caso de la exsubdelegada del Gobierno de Cáceres, Jerónima Sayagués, que llevaba en el partido desde la década de 1990 y tenía malas relaciones con las direcciones de la formación provincial. Ahora se encuentra en negociaciones con Ciudadanos para cambiar de afiliación.
Pérdida del espectro conservador en el PP
Este cambio implica una posible debacle del Partido Popular que se materializa en una inesperada fuga de capital humano. La formación de Mariano Rajoy mantiene 28 diputados en la Asamblea de Extremadura, frente a un solo escaño de Ciudadanos, lo que augura un cambio de poder de cara a las elecciones de mayo de 2019.
En el PP restan importancia a esta crisis y aseguran que mantienen hasta 30.000 afiliados en la formación regional que dirige José Antonio Monago: "Es verdad que ha habido alguna baja. Forma parte de la normalidad democrática y de la libertad de las personas", reconocen desde Génova.
La dirección y enfoque de Mariano Rajoy no ha sido del agrado de miembros destacables en el sector duro del PP. El expresidente del Gobierno, José María Aznar, llegó a abandonar su puesto como presidente de honor del PP para pasar a apoyar a Albert Rivera. Aznar, incluso, ha desvinculado al Think Tank que dirige, FAES, como centro de ideas del Partido Popular.
La dirección de Rivera también ha provocado apoyos en algunos expresidentes que, a priori, forman parte de un espectro ideológico diferente. Por ejemplo, el también exlíder del Gobierno, Felipe Gonzaléz, que llegó a afirmar que únicamente mantenía contacto con Albert Rivera: ni con Pedro Sánchez, ni con Mariano Rajoy.
Caída de Podemos
Junto a este cambio de afiliación, la formación naranja se ha sentido reforzada por el aumento de apoyos espectacular que ha vivido durante los últimos meses en las encuestas.
Ciudadanos ha adelantado a Pablo Iglesias y ya se evidencia como tercera fuerza política en el CIS, con una tendencia alcista que podría desbancar al PSOE en un futuro. Además, otras encuestas como la que recientemente elaboró el diario El País, otorgaban directamente la victoria a Ciudadanos. Además, la formación de centroderecha está arrebatanto votos al PP y PSOE.
En Génova, la situación genera serios recelos: "Se venden como un partido joven y limpio, pero buena parte de ellos son gente que lleva muchos años en política", ha criticado una ministra de Rajoy off the record. Y no falta mención a la denominada como nueva política: "Hablar de nueva y vieja política, en este caso, es un sinsentido". Un auténtico terremoto en la política nacional.