El relato del Partido Popular sobre la crisis energética y el plan para abordarla hace aguas teniendo que hacer cada vez más carambolas para tratar de mantener un discurso sólido. La formación conservadora cortocircuita ante una de las cuestiones más importantes por sus implicaciones económicas en uno de los momentos cruciales no solo para España sino para toda Europa.
Alberto Núñez Feijóo, después de casi medio año al frente del PP, ha tratado de reconducir al partido tras la crisis que le costó el puesto al anterior presidente de la formación, Pablo Casado. Pero en la tarea de poner orden en sus filas ha vuelto a toparse con Isabel Díaz Ayuso, afanada hacer oposición a Pedro Sánchez. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha evidenciado la debilidad del gallego al marcar los pasos sobre la respuesta del PP al plan energético propuesto por el Ejecutivo central.
Pese al duro discurso defendido por el PP, con amenazas de llevar el plan al Tribunal Constitucional, lo cierto es que Pedro Sánchez ha hecho de esto uno de sus mayores logros hasta el punto de lograr el aval de Bruselas logrando los elogios de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen, de la misma cuerda política que Feijóo. Incluso algunos países de la Unión Europea están imitando sus propuestas.
No solo esto, sino que una de las mayores conquistas de Sánchez, el tope al gas de la excepción ibérica, podría trasladarse al resto de los Veintisiete. Esta es la propuesta que va a llevar el Ejecutivo a la reunión de urgencia de ministros de Energía de la UE del próximo 9 de septiembre.
Reforma del mercado energético
A pesar de que la solución de establecer un límite al precio del gas que queman las energéticas para fabricar energía podría extenderse a todos los socios europeos, el Partido Popular ha continuado hablando de "Timo ibérico".
Desde la Comisión Europa ya apuestan por reformar el mercado energético para desacoplar el precio del gas del de la electricidad. Cuando Pedro Sánchez propuso esta idea hace un año, la entonces portavoz y ahora también secretaria general, Cuca Gamarra, acusó al gobierno "socialcomunista" de intervencionista.
No obstante, ante la nueva postura de Bruselas, el PP de Feijóo ha tratado de dar volantazo asegurando que ellos ya lo habían propuesto. "Era algo que ya llevábamos un tiempo planteándolo nosotros. Era la necesidad de cambiar el sistema de fijación de precios", ha sostenido el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, pocos días después de que la formación hablara de "Timo ibérico".
Con un Feijóo a la zaga de Ayuso, el Partido Popular tachó el paquete de medidas de ahorro energético presentado por el Gobierno de "frívolo" criticando que no se hubiese consensuado con las comunidades autónomas. Mientras tantos, estas medidas han sido aplaudidas por la Comisión Europeas y copiadas en países como Francia y Alemania.
España, decisiva en Europa
Precisamente España se ha convertido clave en la materia energética de estos dos países. Francia está dispuesta a estudiar el proyecto de gasoducto, el llamado MidCat, que inyecte gas natural desde España hasta el corazón de Europa.
El canciller alemán, Olaf Scholz, también ha confirmado el "apoyo total" de su Gobierno al MidCat como solución "a largo plazo" al suministro europeo de gas. El papel decisivo de España en Europa y su buena sintonía con Alemania ha quedado patente con la invitación a Sánchez al consejo de ministros del Gobierno alemán que se ha celebrado de forma extraordinaria para abordar las medidas energéticas.
El último renuncio del PP
Poco margen le queda al PP que ha terminado por fundir su discurso con un ridículo renuncio. Después de días reclamando a Sanchez un cara a cara con Feijóo en el Senado para contraponer los modelos energéticos y debatir sobre ele plan de ahorro, desde el Gobierno se recogió el guante.
Sin embargo, los conservadores han acabado por rechazarlo asegurando que ese no era el "cara a cara" que pedían. "Sánchez habla de lo que él quiere, no de lo que a la ciudadanía le preocupa", apuntan, evidenciando la falta de discurso sobre la crisis energética más allá de la postura de oponerse a todo lo que venía desde el Gobierno.