Se complica el horizonte político de Albert Rivera tras su abrupta salida del bufete en el que trabajaba tras abandonar el Congreso de los Diputados, Martínez-Echevarria. La serie de filtraciones que ha incluido este divorcio laboral han alimentado su posible vuelta a la política.
Sin embargo, esta posibilidad ya se está descartando prácticamente por completo en una de las formaciones en las que tenía más quinielas: el Partido Popular. Rivera ha trabajado para ellos en algunos recursos contra el Gobierno, pero ahora las puertas se han cerrado: consideran que el exdirigente liberal ya "no aporta nada".
Los populares consideran que Rivera ya no representa un activo para el partido en el futuro. "Ni está ni se le espera", aseguran fuentes del PP al diario El Confidencial.
A pesar de que la relación con algunos de los dirigentes del PP, como Pablo Casado, Teodoro García Egea o José Luis Martínez-Almeida es cordial, no hay perspectiva de una posible integración del hasta hace poco rival de Casado en las filas del PP.
Los rumores sobre su posible ingreso en el Partido Popular se habían repetido constantemente, especialmente desde que la formación conservadora fichó a Fran Hervías, uno de sus hombres de confianza y la persona que conocía Ciudadanos desde dentro. Un movimiento que se interpretó como una forma de dinamitar a la formación naranja a costa de que Hervías alimentara la captación de cargos para descapitalizar a su antiguo partido.
Esos rumores de integración de Rivera en el PP llegaron a su cénit en los meses previos a la celebración de la Convención Nacional del PP del pasado otoño, cuando se especuló con la posibilidad de que Casado anunciara su fichaje a bombo y platillo.
Sin embargo, su nombre ha generado también reticencias en el Partido Popular. Mientras que algunos cargos como Egea consideraban que era la culminación de la OPA a Ciudadanos, otros interpretaban que es una persona como poco olfato político (como cuando desdeñó su pacto con el PSOE en un momento en el que ambos sumaban 180 escaños), así como alguien que ha trabajado previamente por el 'sorpasso' y ha fomentado transfuguismo de cargos como Ángel Garrido o Silvia Clemente.
El futuro de Albert Rivera
Con esta perspectiva, parece que el futuro de Albert Rivera se encuentra fuera de la política y, también, fuera de la vida pública. El exdirigente liberal señaló recientemente que indicará en los próximos días cuál será su próximo destino.
Su distanciamiento es palpable, mientras que ha declinado participar en todos los actos que ha organizado Ciudadanos desde su dimisión y, también, no ha ocultado algunas de sus desavenencias con la actual líder de la formación naranja, Inés Arrimadas.
Albert Rivera, mientras tanto, sigue de la mano de su mano derecha, José Manuel Villegas, que también procede de Ciudadanos, para liquidar su relación laboral con el bufete Martínez-Echevarría. Ambos reclaman las remuneraciones correspondientes hasta marzo de 2025, fecha en la que expira el contrato firmado.