Portugal ha tomado una importante medida para proteger a la infancia. El Consejo de Ministros del país vecino ha aprobado un decreto ley que prohíbe la entrada en las corridas de toros a los menores de 16 años.
El Gobierno luso ha apuntado que se ha aprobad esta medida tras ser instados por el Comité de los Derechos del Menor de las ONU, que en 2019 pidió que se aumentara la edad mínima para asistir a este tipo de espectáculos ligados con la tauromaquia.
La formación animalista PAN, ya en 2020, puso esta condición para votar a favor de los presupuestos que presentó el Gobierno socialista de António Costa. Así, tras anunciarse el decreto ley, se han atribuido la victoria. "Lo conseguimos, niños y jóvenes libres de la violencia en la tauromaquia", ha comentado Inês de Sousa Real, diputada de PAN, a través de las redes sociales, avanzando que seguirán defendiendo la abolición de la tauromaquia.
¿Y en España?
El debate sobre la asistencia de menores a comida de toros también ha llegado a España y Francia, países donde también tienen lugar este tipo de espectáculos en los que, a diferencia que en Portugal, sí se sacrifica al animal en el ruedo.
Mientras que en Francia ha habido proposiciones parlamentarias durante los últimos años, en España la normativa se sigue según los reglamentos taurinos que establece cada comunidad autónoma.
En 1991, Canarias fue la primera región española que prohibió los toros. En 2012 le siguió Cataluña, pero en 2016 el Tribunal Constitucional anuló esta prohibición. En Galicia, por su parte, se prohíbe la entrada a espectáculos taurinos a menores de 12 años, mientras que en Baleares lo elevan a menores de 16. En País Vasco, los menores de 16 años sólo pueden entrar si van acompañados de un adulto.