El juicio por el asesinato de Samuel Luiz en A Coruña al grito de "maricón" continúa desarrollándose con cinco imputados. Se enfrentan a penas de entre 24 y 27 años, por un delito de asesinato con alevosía, dos de ellos además con el agravante de discriminación por orientación sexual y un tercero, a quien se pide la mayor pena, por otro delito de robo con violencia al apropiarse del teléfono móvil de la víctima.
Durante el juicio, uno de los testigos, Brandon, ha revelado que llegó cuando la cosa estaba "un poco más calmada" porque los dos hombres senegaleses se estaban llevando del lugar de los hechos a la víctima. En ese momento, escuchó las palabras de un hombre "bastante" agresivo: "Había un chico sin camiseta que lo seguía, quería ir hacia él y dijo 'le voy a pegar una puñalada en el corazón que no tengo nada que perder", aunque no lo ha reconocido entre los cinco acusados que actualmente están siendo juzgados.
Otro testigo ha identificado a Diego Montaña Marzoa, señalado por iniciar la agresión a Samuel al confundir una videollamada con una grabación: "Yo recuerdo los gritos y cómo lo perseguían", ha explicado durante la vista judicial.
Además, otra testigo ha explicado que "una chica me pidió ayuda porque estaban acosando a Samuel por ser gay". Durante su testimonio ha identificado también a Diego Montaña Marzoa y ha recordado como una chica decía "vámonos que va a venir la policía".
"Los invité a irse de buenas maneras"
Otro de los testimonios relevantes lo ha protagonizado Héctor José, un portero del pub El Andén, donde estaban la víctima y los acusados antes de la brutal agresión, y que ha explicado que expulsó a Diego Montaña Marzoa por dar un golpe con la mano abierta contra una mesa en un reservado mientras discutía con su pareja, Katy Silva Barros.
"Los invité a salir del pub", ha explicado, en referencia a Diego y Katy, "y les dije que resolvieran sus problemas". A ambos los lanzó a la calle sin mayor medida, a pesar de que en varias ocasiones Diego intentó volver al local y ella no "porque se ofendió".
"Los invité a irse de buenas maneras. Les dije que si tenían algún problema lo resolvieran fuera", ha incidido el portero del local. El letrado Salgado le ha preguntado si Diego pudo haber salido con una botella y ha declarado que cree que no, porque no está permitido, aunque reconoce que existe esa posibilidad "si la escondió de alguna manera".